Las nacionales se acercaban. Los chicos estaban ansiosos pero también felices, eso incluía a los maestros a cargo de ellos.
Durante semanas se prepararon y ellos estaban seguros de que al menos, no se irían el primer día.
Una tarde de viernes, los chicos salieron temprano del entrenamiento, aunque Takeda estaba con ellos, por alguna razón sentían que les faltaba los regaños explosivos de Keishin.
Incluyendo al capitán que estaba por las nubes.
Los de tercer año sabían la razón. Los otros chicos solo debían comprender a su capitán.
Por la tarde del día sábado, la tienda Sakanoshita fue visitada por los chicos de tercero ya que habían salido a comer y de regreso pasaron por un refrigerio. Keishin se estresó solo de verlos ahí sentados riéndose.
Pasó algún tiempo antes de que la chica, Shimizu, se fuera y solo quedaran los chicos. Ukai simplemente se acercó para poder sacarlos.
—Bien, han estado mucho tiempo acá ¿Sus padres no les regañan? -dijo una vez sentado en la silla donde antes estaba la chica.
—Bueno, es un día agradable para estar en casa -respondió sonriendo Sugawara.
—¿En serio no les dicen nada?
—Profesor -llamó Asahi- Es sábado, no hay escuela y pronto son las nacionales, nuestros padres quieren al menos que nos distraigamos.
—Y sobre eso -Keishin miró a Daichi- Takeda me dijo lo que pasó ayer en el entrenamiento ¿Todo bien?
El chico simplemente se ruborizó un poco y se tomó el cuello en respuesta de su nerviosismo, Ukai lo miró con intriga mientras que sus amigos sonreían.
—Sí profesor -fue la respuesta.
Antes de que Ukai mencionara algo más, la campana sonó avisando a un cliente.
Mejor dicho, una clienta.
Ukai dio la bienvenida sin siquiera mirar mientras que la chica respondió caminando hacia algún pasillo.
Cuando regresó, fue directo a caja, por lo que Ukai caminó hasta estar detrás del mostrador.
—¿Solo eso? -preguntó sin levantar la vista.
—Esos dulces -señaló la chica- ¿Saben bien?
Ante la duda de la chica, Ukai levantó la vista y la miró fijo.
Lo poco que quedaba de su cigarrillo cayó y tosió un poco. La chica lo miró con preocupación. Ella abrió la lata de soda y se la dio a Ukai el cual lo recibió gustuso.
—¿Estás bien?
Un pequeño rubor se hizo presente en Ukai y sí, fue por la pena de que alguien lo viera así.
—Sí, gracias.
Un silencio duró al menos unos segundos antes de que la chica tomara los dulces por los que había preguntado antes.
—Ah sí, esos dulces son buenos.
—Gracias.
—Por cierto, tomaré otra lata de soda, lamento esto.
—No hay problema, puedo pagarla -dijo la chica mientras sacaba una tarjeta.
—¿Pagarás con eso? -inquirió Ukai mirando la tarjeta.
—Sí -respondió la chica y miró al hombre detrás del mostrador- ¿Por?
—Estamos fuera de la ciudad y solo recibo efectivo.
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𝑂𝑛𝑒 𝑆ℎ𝑜𝑡𝑠 - 𝑯𝒂𝒊𝒌𝒚𝒖𝒖
FanfictionOne Shots de Haikyuu en donde no habrán finales felices. Posiblemente algunos capítulos toquen temas delicados o cosas por el estilo, así que pido comprensión, no busco ofender ni nada de eso. Disfruten y acompáñenme a sufrir, gracias❤