𝑂𝑛𝑒 𝑆ℎ𝑜𝑡𝑠 - 𝑯𝒂𝒊𝒌𝒚𝒖𝒖

Kuroo Tetsurō

—¿En serio tu novio no se molestará si hacemos juntos el trabajo? -preguntó el líbero de tercer año de Nekoma, Yaku.

—Por Dios, eres mi mejor amigo, sería estúpido que lo hiciera -respondió Kasumi, chica popular por ser la número uno en atletismo, responsable de su grupo y ser novia del capitán del equipo de voleyball masculino.

La hora del almuerzo llegó y la chica le envió un mensaje a Kuroo para avisarle que su almuerzo lo pasaría junto a Yaku.

Ambos chicos estaban en una mesa algo alejada, con unos libros y comida frente a ellos.

—Creí que el líbero solo era compañero de clase, no de almuerzo -dijo el pelinegro al pie de la mesa.

Ambos chicos voltearon y vieron a Kuroo frente a ellos.

—Te envié un mensaje avisándote -respondió Kasumi.

—¿Segura que lo hiciste?

—Lo hice Tetsurou.

—¿Te molesta que tu novia esté conmigo? -preguntó Yaku sin levantar la vista de su libro.

—No.

—¿Y por qué tus celos? -preguntó, ahora, viendo a su capitán.

—No son celos, simplemente cuido de ella -respondió Kuroo sentándose a lado de su novia.

—¿Cuidarla de mí?

—¿Qué insinúas, Morisuke?

Y ahí va otra pelea sin sentido.

Aquellos amigos todos los días tenían una pequeña o gran discusión, por alguna cosa en particular, aquella chica y por razones nada especiales.

—¿Podrían por favor, dejar de discutir? -preguntó Kasumi viendo a los dos chicos.

El almuerzo pasó casi en silencio. 

Yaku le preguntaba cosas de vez en cuando a Kasumi y viceversa, mientras Kuroo solo estaba abrazado a su novia.

La campana sonó avisando que debían de regresar a sus aulas; Yaku y Kasumi levantaron sus cosas y Kuroo solo observaba.

—Amor, lo lamento, podemos compensar esta semana  -dijo la chica antes de seguir a Yaku.

—Olvídalo, estaré ocupado con Kenma.

—Es fin de mes, Kenma siempre juega torneos.

—Lo acompañaré.

—Si no quieres salir conmigo, solo dilo -dijo algo molesta la chica castaña- Nos vemos después.

Antes de que Kasumi diera un segundo paso, Kuroo la detuvo del brazo. Ella volteó y miró el agarre de su novio, era fuerte y solo hizo una mueca.

—¿Por qué prefieres pasar más tiempo con él? -preguntó Kuroo demasiado molesto.

—¿De qué hablas?

—Habiendo tantos chicos, ¿Tenía que ser alguien más del equipo?

—Tetsuro, voy tarde a clases, hablamos después -dijo Kasumi para soltarse. Al llegar a la salida de la cafetería, de nuevo la detuvieron- Basta Tetsuro.

—¡Yaku es mi amigo!

—¡También el mío! Y por sino lo recuerdas, gracias a él nos conocimos.

—¡Pero no significa que por agradecimiento estarás más tiempo con él!

—Te recuerdo que conocí antes a Yaku, mi mejor amigo.

—Claro -dijo sin más Kuroo para soltar a su novia- Ve con él, disfruta de él.

Kuroo pasó frente a su novia para irse.

Al final del pasillo, apareció Yaku, de regreso para ver si algo había pasado.

—¿Qué insinúas?

—¿Yo? -preguntó Kuroo mientras volteaba- Nada -dijo para después reír de forma burlona.

—¡Kasumi! Debemos entregar el trabajo -gritó Yaku para caminar hasta donde estaba su amiga.

Cuando se cruzó con Kuroo, este lo tomó del brazo.

—Podrás ser mi amigo pero te recuerdo que ella tiene novio -susurró Kuroo.

—¿De qué hablas? -preguntó molesto Yaku mientras se soltaba.

—¡Qué te alejes! ¿Qué más podría ser? -dijo molesto Kuroo.

—¿De qué rayos hablas?

—Siempre está contigo.

—Somos compañeros, es lo obvio -dijo Yaku sin más.

—¡Bien! Váyanse juntos, hagan cosas juntos, se pueden casar, por mí no hay problema -dijo Kuroo mirando a los dos chicos.

Kasumi detuvo sus pasos al terminar de escuchar las palabras de Kuroo.

Entendía bien que Kuroo fuera algo, o quizás, muy celoso, pero esto de ser posesivo cambiaba el nivel.

Sintió como sus ojos ardían y su garganta dolía.

Yaku miró incrédulo a su capitán, su amigo y novio de su mejor amiga. Volteó rápidamente para ver a la chica, ahora llorando. 

—Kasumi-san -dijo acercándose- Te llevaré al baño y después a la enfermería.

—Y ahora es como un príncipe azul -dijo Kuroo.

Yaku tomó por los hombros a su amiga para caminar, su amigo tomó sus cosas y siguieron, antes de desaparecer por aquel largo pasillo, Kasumi miró atrás.

—Tetsurou -llamó y el pelinegro la miró- Es odioso tener que soportar tu celos y ahora sales con esto.

—Hey, vamos -dijo susurrando Yaku-.

—¿Esto? ¿Qué se supone que es "esto"? -preguntó Kuroo "dudoso".

—¡Esto! Tus celos, celos hacia mis compañeros y ahora hacia Yaku, ¿Acaso estás loco? -las lágrimas habían traicionado a Kasumi. Se limpio el rostro sin dejar de ver a Kuroo- Es la última vez que te lo paso, llevamos mucho tiempo juntos y que hagas esto es estúpido.

—¿O sea que te parece estúpido cuidarte y recordarte que soy tu novio?

—Eres un idiota -respondió Kasumi y se volteó para seguir su camino. Su andar de nuevo se detuvo- Suéltame.

—¿Qué se supone que signifique esto? ¿Tú te vas molesta? Yo debería ser el molesto, el indignado.

—¿Qué idiotes dices? Tetsurou, no soportaré más tus celos injustificados y mucho menos esto -dijo mientras señalaba con su mirada el agarre hacia su brazo. Kuroo la soltó lentamente- Esto es lo último, a partir de ahora... Tú y yo... N-no somos nada.

Kasumi tomó su mochila y caminó en dirección hacia el baño.

Kuroo miró con sorpresa a la chica y después a su amigo.

—Hoy no estaré en el entrenamiento... Acompañaré a Kasumi-san hoy -dijo Yaku para tomar sus cosas e ir tras su amiga.

Kuroo quedó solo, en medio de un gran pasillo.

La sorpresa cayó tarde... Caminó sin rumbo y cuando se dio cuenta, estaba detrás del gimnasio de voleyball, donde le confesó su amor a Kasumi.

Ahora estaba solo.

Solo y con el corazón roto.