CAPITULO 27

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MANOLIN

Escucho a Kiko hablar con alguien desconocido por celular y aguardo un momento mientras cuelga.

- Ya te dije que no me hablaras acá, que quieres.

- Bueno no me has dicho nada hace varios días y necesito saber.

- Todo sigue igual desde la última vez que hablamos, no sé mucho más.

- Pues más te vale que averigües porque ya sabes que te puede pasar.

- Estoy harto de Uds., hagan lo que quieran.

Colgó con toda la rabia e impotencia de estar en esta situación.

- Te pasa algo Kiko? - Lo increpo sin que se haya dado cuenta que lo escuché.

- Nada, nada, que me puede pasar - me brindó una sonrisa fingida, conocía bien a mi amigo y sabía que algo pasaba, pero no podía quedarme a averiguarlo debía sacarlo de la casa.

Vi llegar a Lourdes y supe que el tiempo se acababa.

- Nos vamos? - Le digo recogiendo el celular y las llaves de la casa.

Kiko me miró como no entendiendo, y le hago una seña para salir.

- Pero a dónde vamos? Pensé que hoy editaríamos el video que subiríamos a YouTube.

- Más tarde podemos hacer eso, ahora necesito que me acompañes hacer algo.

- Que? - Preguntó intrigado.

- Lo que sea, qué más da - Le digo con fastidio y sacándolo de la casa casi que a empujones.

En la puerta nos conseguimos con Lourdes que miró a Kiko con mucha intensidad, este le agachó la mirada y apresuró el paso, definitivamente algo pasaba, pero tenía que salir de la casa y buscar la forma de descubrir lo que Kiko ocultaba.

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Narrador oculto (busca su identidad)

Colgó el teléfono con mucha impotencia, esto es lo que pasa por confiar en un crío como Kiko, tenía que actuar ya no iba a dejar pasar más tiempo.

Tomó el teléfono nuevamente y llamó.

- Vamos actuar, vamos a darle un susto a los Gómez para hacerlas salir de la cloaca donde estén.

- No es eso peligroso? Ya esto no me está gustando.

- No te estoy preguntando, sólo te aviso

Colgó el teléfono con la decisión de dar el siguiente paso.

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Amelia

Era comprensible su rabia, me esperaba que actuara de esa manera, pero el hecho de verla bien me dio tranquilidad, la que no tenía estando lejos de ella, ahora entiendo mi error, no debí irme, no debí dejarla a merced de quien quiere hacerme daño, pero no le permitiría a nadie que le tocaran un solo cabello, no podría perdonarme que le pase algo por mi culpa.

- Por favor mi amor para ya, ¿sí? Hablemos

- Ahora no quiero hablar, ahora quiero irme a mi casa.

- Nooo, a casa no, hablé con Lourdes y allá las cosas no están bien

- Lourdes, Lourdes, me chupa un huevo Lourdes, me tiene una teta hinchada esa mamona, no quiero saber nada de ella.

- Vamos a calmarnos, ¿sí?

- ¿Calmarme, dices? ¿Calmarme? Como quieres que me calme Amelia, si llevo meses tratando de entender tu ausencia, llevo meses buscando una explicación lógica para todo este desmadre.

¿AMIGAS?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora