LUISITA
- Luisa, hija, atacaron a tu abuelo en el asturiano y está muy mal, estamos en la clínica
Me quedé de una pieza, no podía creer lo que escuchaba de papá
- Pasa algo cariño? – Me pregunta al ver mi reacción y me quita el teléfono porque no soy capaz de hablar – Hola, ¿Marcelino? ¿Qué pasó?
- Amelia? Amelia? ¿Hija eres tú?
- Si Marcelino soy yo, estoy con Luisita
- Hija quédense allí donde están, es peligroso que vengan hacía acá.
- Claro que sí, acá nos quedaremos, pero por favor mantennos informadas de todo cuanto pase – Y colgó
Yo estaba en shock de escuchar, en qué momento nuestras vidas se convirtieron en un peligro, que pasa.
- Ya escuchaste cariño, dice Marcelino que lo mejor es que nos quedemos acá mientras aclaran todo.
- No, no, no Amelia, como nos vamos a quedar acá si el abuelo está en peligro, es que no me lo perdonaría.
- Por favor amor vamos a calmarnos, ¿sí? Pensemos que si nos aparecemos por allá estaremos expuestas.
No quería aceptar sus razones, pero estaba en lo cierto, tampoco pensaba quedarme de brazos cruzados y entonces quise actuar, vi que llego ese momento.
Marqué el número de Manolín, solo timbra y timbra, se va a correo de voz, Manolín no atiende mi llamada, marque varias veces antes de dejarme vencer de la ansiedad que sentía de no saber nada, hasta que por fin me regresó la llamada.
- Hola hermanita – su voz era fingida, lo reconozco
- Hola Manolín, ocurre algo.
- Nada María que puede pasar, esperando que me digan noticias del abuelo.
Manolín estaba con alguien y no podía hablarme, era claro que algo pasaba, me llamó María, lo mejor era colgar.
No quería alterar a quien sea que estuviera con él a sí que debía esperar que el me llamara, colgué el teléfono y llamé a Marina, su celular repicaba y repicaba y no contestaba, entonces llamé a Sebas, me contestó inmediatamente.
- Que haces usando este teléfono, no sabes que pueden rastrearlo, apágalo y sácale el chip, dile lo mismo a Amelia.
Cuando quise llegar donde ella estaba, hablaba con alguien y esperé que terminará.
- Quien era? – le pregunto extrañada, pero su cara era de desconcierto
- creo que tenemos que movernos Luisita – Me dice sin responderme, apaga el celular y saca el chip – No sé si estamos a tiempo, pero debemos movernos.
- a que te refieres, quien era – Le vuelvo a preguntar.
- Era Sara y no sé como consiguió mi número, la sentí alterada, solo es cuestión de tiempo para que nos encuentren.
- Sara? ¿Pero qué pitos toca esta fea en todo esto?
- Cariño por favor, empaquemos algo ligero que nos vamos.
No tuve tiempo de más, Amelia hablaba en serio, no sé ni que metí en un maletín de mano que tenía, salimos y ella tomó las llaves del automóvil, cuando entramos ella se voltea y me mira, su mirada era de tristeza y desilusión.
- No voy a perdonar jamás si te pasa algo o a alguien de tu familia por mi culpa, pero no pienso separarme más nunca de tu lado.
No me aguante y le di un beso que le confirmara que estaba esperando escuchar eso hace mucho tiempo, nos separamos a regañadientes y ella prendió el auto, seguimos el sendero que lleva a otra zona rural de donde estábamos, no sé exactamente a donde íbamos, pero iba con ella y eso para mí era suficiente.

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¿AMIGAS?
FanficSerá que la amistad puede esconder el amor por mucho tiempo? . Esta historia ambientada en la actualidad (y sin Covid) de Luisita y Amelia nos va a mostrar cuanto puede aguantar el amor de amiga, o no?