¿AMIGAS?

CAPÍTULO 13

Luisita

El escuchar a Maria pronunciar "Amigas" de esa forma me incomodó más de lo que hubiese querido, aún hay muchas cosas que aclarar con Amelia y siento no estar preparada para dar explicaciones.

La noche transcurrió tranquila aunque yo era un mundo de nervios, que afloraran todos esos sentimientos y sensaciones me tenían desconcertada, como podía sentir todo esto? Mientras mi mente viaja por todo lo que me pasaba los chicos habían llegado y estaban en la misma mesa con Amelia, me acerqué a saludarlos y los vi muy animados.

- Hola Luisi siéntate con nosotros un rato - Dijo Marina muy contenta.

- Si Luisi por favor y así nos ayudas a que Amelia nos cuente de la mamacita de la Lourdes - Dijo Fede bastante animado, mi cuerpo se tensó por completo.

- Si Amelia por favor, eres nuestra idola, semejante conquista - Siguió Mateo con la broma y yo estaba que me moría.

Amelia solo me miraba y su incomodidad era evidente.

- Bueno chicos ya, que es esto por favor, ya dejen eso - Los recriminó Marina entendiendo que algo pasaba.

- Pero Marina como lo vamos a dejar pasar si Lourdes es todo un mujeron y Amelia es la envidia de todos.

No sé qué sentí con esas palabras y los celos me invadieron.

- Si Amelia cuéntales a tus fans que tal fue con la Lourdes - Lo dije con rabia y mirándola a los ojos.

- Nada tengo que decir - Me dijo con tono decidido y luego se dirigió a los chicos - Creo que debo aclararles que a pesar de lo que vieron hace unos días nada hay con Lourdes y les ruego el favor que ese tema quede finiquitado - La mirada que les dio los dejó callados.

Yo me levanté y caminé a la barra y cuando iba llegando me alcanza.

- Luisita por favor espera, mi amor no te pongas así - Me solté de su mano y me giré.

- Creo que este no es el mejor momento para hablar - Estaba que me moría de la rabia y con la mirada la fulmine.

- Cuando será buen momento? - Me dijo algo fatigada por la situación - Es algo que debemos hablar y quiero aclararte muchas cosas todavía.

- Pues tus aclaraciones ahora me valen, no las quiero oír y mejor hablamos después porque sabes como me pongo cuando me molesto - La quería matar con la mirada, es que todo es su culpa por andar besuquiandose con la otra delante de todos, me acuerdo y me hierve la sangre.

- Pasa algo niñas? - Dice Maria dándose cuenta de la tensión que había.

- No Maria, yo vuelvo con los chicos para que Luisi pueda atender las mesas - y se fue sin más, era lo mejor.

- Me puedes explicar que te pasa? Estas roja de la rabia - Me decía Maria preocupada.

-Nada, son cosas mías - Le dije quitándole importancia y entrando a la barra.

- Pues no, esa no me la calo, cuando estas así el lío es grande, así que Luisa Gómez me vas diciendo porque peleas con Amelia.

- Pelear yo? Y porque tendría que estar peleando con Amelia? Ella es la que tiene el lío con los chicos porque disque se conquistó a La Gran Lourdes, Diosa del Amor según ellos y ella ahora anda apurada porque según no tienen nada, entonces el lío no es mio hermanita, es de Amelia que no sabe ni donde está parada, aaaahhh pero si te digo que vaya y lo solucione porque vienen y me preguntan y yo que les digo? Que les digo Maria? Si yo siempre supe que la Lourdes era una arpía y Amelia estaba embobada en las curvas de la bobasa esa.

- Niña por Dios toma agua que debes estar seca, ni pestañeas Luisi, por favor.

- Pará qué me preguntan si saben cómo me pongo? Es que estoy que me lleva el que me trajo y que nadie mencioné ese nombre en frente mío Maria.

- Andaaaa si la "amiga" está celosa - y la risa de María terminó por colmar mi paciencia.

La mire como para matarla y solo dejé la bandeja y salí, no quería oír más de lo que decían, tenía ganas de gritar, de ahorcar a alguien y sin evitarlo comencé a llorar.

- Pero que tonta eres Luisa Gómez, que tonta - Tapando mi cara me recosté en la pared afuera del King's cuando sentí que me abrazaban y no tenía que abrir mis ojos para saber quien era solo la abracé también.

- No tienes porque ponerte así cariño, hay que darles tiempo. - me dijo Amelia en un tono super suave.

- Perdóname, no sé qué me pasa, todo esto es muy fuerte.

- Lo sé mi amor, lo sé, pero no quieras salir corriendo cada vez que alguien diga algo, solo debemos ser fuertes y seguir.

- Ya, lo sé, pero este tema de Lourdes me sobrepasa y espero que me entiendas, no va ser fácil para mi asimilarlo.

- Lo sé amor y te pido mil disculpas por eso, pero es algo que debemos afrontar juntas para que podamos superarlo rápido.

Y me miró con esos ojos hermosos y yo solo quería besarla, le tomé la cara y le di un beso suave, tierno, tranquilo, muy diferente a lo que estaba pasando por mi cabeza pero ahora me apetecía besarla para calmar mis miedos.

Ella lo entendió así y me dejó besarla y que rico como nuestras bocas se complementan, es algo indescriptible, es que he sido una tonta, yo con esta delicia tan cerca y besando sapos, con ese pensamiento me separé de sus labios.

- Porque me dejaste perderme de esta delicia tanto tiempo? - Le dije solemne y ella se río, adoro sus ojos cuando ríe, bueno y cuando no también la verdad sea dicha.

- Porque usted señorita es una cabezotas que no miraba lo bueno - y me regaló una carcajada que me encantó, como es que tiene este poder en mí? - Cómo ya veo que me perdonaste vamos a entrar que los chicos y Maria están muy intrigados con tu reacción.

- Bueno eso es tu culpa por andar fijandote en diosas del amor cuando los simples mortales estamos acá.

- jajajajaja Luisa Gómez tu no cambias.

- De esta Luisa Gómez fue de la que te enamoraste - Y le di otro beso, beso que se volvió diferente solo con sentir su lengua en mis labios, es que qué poder tenía sobre mi esta mujer que me ponía así? - si me vas a besar así ten en cuenta que estoy como una neófita recién convertida - le dije haciendo referencia a cierta película de vampiros que nos gustaba mucho verla.

- Bueno mi querida Bela le va tocar controlar sus ansias delante de los mortales si quiere sobrevivir - Y me dio otro beso más profundo que el anterior pero lo suficientemente corto para dejarme con ganas - Ahora entremos que nos estarán extrañando.