Alicia estaba nerviosa al lado de ese hombre. Después de todo, se acababan de conocer y por alguna razón el tipo le causaba una seguridad aterradora. Además, su belleza era de un modelo sacado de una revista.
- ¿Qué quieres preguntarme? - dijo Martin, mirándola con una sonrisa.
- ¿Yo? ¡Nada! - Contestó mirando nerviosa por la ventana del avión. Alicia estaba mirando demasiado a Martin y seguramente él ya lo había notado.
Después de unos minutos en silencio, a ella le ganó la curiosidad.
- Está bien... ¡Quiero preguntarte algo! - Alicia dijo, algo avergonzada.
- Te escucho.
- ¿Hace cuánto que haces eso de ser un prostituto? Porque por lo que he visto en internet, tienes mucha demanda. – lo miró con curiosidad.
- No soy un prostituto, no me acuesto con mis clientes. Solo hago lo que me gusta, que es acompañarlas y hacer con que se sientan bien ... ¡es muy gratificante! - dijo seriamente.
Alicia solo lo miraba sin comprender. ¿A quién en su sano juicio le gustaría este tipo de trabajo?
"¡Quizás sea un ninfómano!" - pensó ella.
- ¡Lo siento, no quise ofenderte! - Alicia dijo, avergonzada.
- No me ofendes ... ¡pero puedo hacer excepciones si quieres! - habló Martin mirándola de arriba a abajo intensamente y con una sonrisa muy traviesa.
Alicia simplemente miró hacia otro lado.
"Dios mío, ¿Adónde fui a meterme? ¡Y todo gracias a las brillantes ideas de Fedora!" – Pensó, nerviosa.
Martin no pudo evitar sonreír cuando la vio tan avergonzada por su broma. No podía negarlo, él también estaba asombrado por su belleza.
- ¿No me vas a decir exactamente qué hacer? – preguntó él. Todavía no sabía por qué tenía que hacerse pasar por su novio y tenía curiosidad.
- Bueno, para empezar, vamos a la boda de mi hermana menor, Julieta. Ella se va a casar con mi ex prometido que me dejó plantada en la iglesia. - habló distraída, como si estuviera recordando algo.
- ¿Tu hermana se va a casar con tu ex prometido?
- ¡Si! Sé que esto es muy raro, pero en el tiempo en que fuimos novios él se ganó el cariño de mi tía Yaya y de todos en mi casa, y al parecer ellos lo disculparon por lo que hizo. Increíble, ¿no?
- ¿Lo sigues queriendo? - preguntó Martin
- No... ¡no lo creo! - contestó insegura de sus sentimientos.
- ¿Qué más necesito saber?
- Bueno, tengo un hermano mayor que está casado y ya no vive en casa. Y está Carlota, mi prima, que la verdad siempre ha tratado de robarme a mis novios y lo intentará contigo, ¡así que mantente alejado de ella! – Dijo riéndose
- ¡Pareces un poco posesiva! – él también empezó a reírse.
- ¡Solo me ocupo de lo que es mío! – En ese momento se dio cuenta de las tonterías que decía. - no es que lo seas ... pero, todo el mundo pensará que si lo eres ... ¡oh, mejor me callo!
Martin solo sonrió ...
Apenas llegaron a la mansión Montiel, fueron recibidos por la tía Yaya y Fabián.
- Alicia, hija mía ... ¡Me alegro de que hayas llegado! – corrió a abrazarla.
- ¡Hola, tía! – ella le devolvió el abrazo.
- ¿Y entonces hermana, como te fue en el viaje? - preguntó Fabián, saludándola también.
- El viaje fue genial, Fabián. Pero déjame presentarlos, este es mi novio, Martin – ella lo miró rápidamente – Mi amor, ellos son Fabián, mi hermano, y mi tía, Yaya.
Y todos lo saludaron.
- ¿Dónde están los demás? - Alicia preguntó al notar la casa vacía.
- Estarán aquí pronto. De todos modos, deben estar cansados y tienen que descansar para la cena que tendremos esta noche. ¡Voy a llevarlos a la habitación! - dijo la tía saliendo hacia las escaleras.
Martin y Alicia la siguieron con las maletas.
- Ustedes van a quedarse en tu antigua habitación, Alicia. – habló Yaya al abrir la puerta.
- ¿Vamos? - preguntó Alicia, confundida. - ¿Martin dormirá aquí? – hizo su mejor esfuerzo para no tartamudear en este momento.
- ¡Por supuesto! ¿Dónde más dormiría? Todas las habitaciones de huéspedes están ocupadas ... y puede que yo sea vieja, ¡pero no soy tan anticuada! - se fue y los dejó solos.
Martin miró a Alicia y sonrió.
- No lo puedo creer... ¿desde cuándo la tía Yaya es tan liberal? - preguntó Alicia, nerviosa por la presencia de Martin.
- Bueno... ¡no me importa que durmamos juntos! - dijo él, sonriendo.
Ella se quedó callada, sabía que no había segundas intenciones en ese comentario... o al menos es lo que intentaba creer.
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El acompañante (ADAPTACIÓN)
RomanceAlicia Montiel se va a Londres para huir de los recuerdos de su casi matrimonio fallido con Sergio Carranza. Allí se convierte en una respetada profesional, pero su vida amorosa nunca se recuperó después de lo sucedido. Ahora, después de 10 años lej...