Capítulo 2

295 29 5
                                    

Alicia estaba nerviosa al lado de ese hombre. Después de todo, se acababan de conocer y por alguna razón el tipo le causaba una seguridad aterradora. Además, su belleza era de un modelo sacado de una revista.

- ¿Qué quieres preguntarme? - dijo Martin, mirándola con una sonrisa.

- ¿Yo? ¡Nada! - Contestó mirando nerviosa por la ventana del avión. Alicia estaba mirando demasiado a Martin y seguramente él ya lo había notado.

Después de unos minutos en silencio, a ella le ganó la curiosidad.

- Está bien... ¡Quiero preguntarte algo! - Alicia dijo, algo avergonzada.

- Te escucho.

- ¿Hace cuánto que haces eso de ser un prostituto? Porque por lo que he visto en internet, tienes mucha demanda. – lo miró con curiosidad.

- No soy un prostituto, no me acuesto con mis clientes. Solo hago lo que me gusta, que es acompañarlas y hacer con que se sientan bien ... ¡es muy gratificante! - dijo seriamente.

Alicia solo lo miraba sin comprender. ¿A quién en su sano juicio le gustaría este tipo de trabajo?

"¡Quizás sea un ninfómano!" - pensó ella.

- ¡Lo siento, no quise ofenderte! - Alicia dijo, avergonzada.

- No me ofendes ... ¡pero puedo hacer excepciones si quieres! - habló Martin mirándola de arriba a abajo intensamente y con una sonrisa muy traviesa.

Alicia simplemente miró hacia otro lado.

"Dios mío, ¿Adónde fui a meterme? ¡Y todo gracias a las brillantes ideas de Fedora!" – Pensó, nerviosa.

Martin no pudo evitar sonreír cuando la vio tan avergonzada por su broma. No podía negarlo, él también estaba asombrado por su belleza.

- ¿No me vas a decir exactamente qué hacer? – preguntó él. Todavía no sabía por qué tenía que hacerse pasar por su novio y tenía curiosidad.

- Bueno, para empezar, vamos a la boda de mi hermana menor, Julieta. Ella se va a casar con mi ex prometido que me dejó plantada en la iglesia. - habló distraída, como si estuviera recordando algo.

- ¿Tu hermana se va a casar con tu ex prometido?

- ¡Si! Sé que esto es muy raro, pero en el tiempo en que fuimos novios él se ganó el cariño de mi tía Yaya y de todos en mi casa, y al parecer ellos lo disculparon por lo que hizo. Increíble, ¿no?

- ¿Lo sigues queriendo? - preguntó Martin

- No... ¡no lo creo! - contestó insegura de sus sentimientos.

- ¿Qué más necesito saber?

- Bueno, tengo un hermano mayor que está casado y ya no vive en casa. Y está Carlota, mi prima, que la verdad siempre ha tratado de robarme a mis novios y lo intentará contigo, ¡así que mantente alejado de ella! – Dijo riéndose

- ¡Pareces un poco posesiva! – él también empezó a reírse.

- ¡Solo me ocupo de lo que es mío! – En ese momento se dio cuenta de las tonterías que decía. - no es que lo seas ... pero, todo el mundo pensará que si lo eres ... ¡oh, mejor me callo!

Martin solo sonrió ...

Apenas llegaron a la mansión Montiel, fueron recibidos por la tía Yaya y Fabián.

- Alicia, hija mía ... ¡Me alegro de que hayas llegado! – corrió a abrazarla.

- ¡Hola, tía! – ella le devolvió el abrazo.

- ¿Y entonces hermana, como te fue en el viaje? - preguntó Fabián, saludándola también.

- El viaje fue genial, Fabián. Pero déjame presentarlos, este es mi novio, Martin – ella lo miró rápidamente – Mi amor, ellos son Fabián, mi hermano, y mi tía, Yaya.

Y todos lo saludaron.

- ¿Dónde están los demás? - Alicia preguntó al notar la casa vacía.

- Estarán aquí pronto. De todos modos, deben estar cansados y tienen que descansar para la cena que tendremos esta noche. ¡Voy a llevarlos a la habitación! - dijo la tía saliendo hacia las escaleras.

Martin y Alicia la siguieron con las maletas.

- Ustedes van a quedarse en tu antigua habitación, Alicia. – habló Yaya al abrir la puerta.

- ¿Vamos? - preguntó Alicia, confundida. - ¿Martin dormirá aquí? – hizo su mejor esfuerzo para no tartamudear en este momento.

- ¡Por supuesto! ¿Dónde más dormiría? Todas las habitaciones de huéspedes están ocupadas ... y puede que yo sea vieja, ¡pero no soy tan anticuada! - se fue y los dejó solos.

Martin miró a Alicia y sonrió.

- No lo puedo creer... ¿desde cuándo la tía Yaya es tan liberal? - preguntó Alicia, nerviosa por la presencia de Martin.

- Bueno... ¡no me importa que durmamos juntos! - dijo él, sonriendo.

Ella se quedó callada, sabía que no había segundas intenciones en ese comentario... o al menos es lo que intentaba creer.

El acompañante (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora