Capítulo 17

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Alicia estaba congelada en su lugar, Martin nunca le había gritado tan feo. Se sentó en la cama y empezó a pensar en sus palabras... ahora lloraba de desesperación. Lo amaba tanto y lo había lastimado por sus sospechas, sabia que él no era como Sergio.

Empezó a caminar de un lado a otro, muy nerviosa, cuando escuchó que tocaron la puerta y la señora Alisson entró preocupada.

- ¿Estás bien? - preguntó abrazando a Alicia que estaba llorando y sollozando mucho.

- No lo sé... ¡soy una idiota!

- Tranquila... - dijo mientras la abrazaba.

De pronto la Sra. Alisson sintió que el peso de Alicia comenzaba a caer hacia ella... se había desmayado. Como pudo, la acostó en la cama.

- ¡Alicia! - llamó, dándole palmaditas en la cara.

Incapaz de despertar a Alicia, salió corriendo de la habitación para buscar a Martin, que estaba encerrado en su despacho.

- ¡Mi niño! - llamó tocando la puerta.

- ¡No quiero hablar con nadie en este momento, Alisson! – expresó Martin desde el interior del despacho.

- Es urgente... ¡pasó algo con la señorita Alicia!

Martin abrió la puerta rápidamente.

- ¿Qué le pasó a Alicia? - preguntó con aprensión, no se perdonaría a sí mismo si algo le hubiera sucedido a su amor.

- ¡Se desmayó! - dijo mirándolo.

Martin no necesitó escuchar nada más y corrió a la habitación con la Sra. Alisson detrás de él. Cuando llegó a la recamara y la vio inconsciente, su corazón dio un vuelco.

- ¡Llama a un médico, por favor! – le dijo a la Sra. Alisson mientras se sentaba en la cama y le tomaba la mano a Alicia.

La señora Alisson salió apresuradamente para hacer lo que él le pedía.

- ¿Mi amor? – habló mientras acariciaba su rostro pálido - Por favor, mi amor, ¡despiértate! – dijo con un nudo en la garganta.

Se quedó a su lado, pidiéndole perdón, no debería haber perdido el control y peleado con ella.

- ¿Martin? - Alicia lo miró asustada después de unos minutos.

- ¡Gracias a Dios que te despertaste! - dijo abrazándola fuerte.

- ¿Qué pasó? – preguntó ella.

- ¡Te desmayaste mientras hablabas con Alisson!

- ¡No me acuerdo! - dijo ya intentando levantarse, pero Martin se lo impidió.

- Mandé llamar al médico y solo te levantarás de esa cama si él te lo autoriza.

- Pero ya estoy bien... ¡no hay necesidad de llamar a un médico! - argumentó.

- Por favor, Alicia. ¡No discutamos sobre eso!- pidió.

Alicia solo asintió y dio una media sonrisa, así que los dos se quedaron en silencio. Ella volvió a acostarse en la cama y se volvió hacia el otro lado, dándole la espalda a Martin, quien caminaba nervioso por la habitación.

Alicia creyó que él estaba nervioso por la pelea que tuvieron, y en este momento sus ojos se llenaron de lágrimas y no pudo contener un sollozo que llamó la atención de Martin.

- ¿Te duele algo? - él preguntó preocupado.

Alicia no pudo decir nada por las lágrimas que venían, solo negó con la cabeza. Él, sin saber qué hacer, la miró unos segundos y se acostó abrazándola.

- ¡Perdóname! - Alicia dijo ocultando el rostro en su pecho y llorando.

Martin no respondió, solo le dio un beso en la cabeza y la abrazó más fuerte. Ahora entendía la razón del llanto.

Al poco tiempo, la Sra. Alisson estaba tocando la puerta para informarles que el médico ya había llegado.

- ¡Déjalo pasar! - dijo Martin levantándose. - ¡Buenos días, doctor Richard! - lo saludó.

- ¡Buenos días, Sr. Martin! - dijo el señor de mediana edad saludándolo y sonriendo.

Luego de explicarle al médico el desmayo de Alicia...

- ¿Puedes salir un momento de la habitación para que yo revise a la señorita? - preguntó el doctor.

A Martin no le gustó mucho la idea de dejar a Alicia, pero terminó yéndose.

El médico tardó alrededor de media hora, y esta tardanza estaba poniendo muy nervioso a Martin. Si no fuera por la señora Alisson, él ya habría invadido la habitación.

- Tuve que darle un sedante a la señorita Alicia, ¡estaba muy agitada! - dijo el doctor al salir del cuarto.

- ¿Qué es lo que tiene? - preguntó Martin angustiado

- Son solo sospechas... ¡Tengo que hacerle pruebas para estar seguro!

- ¿Es grave? - preguntó aún más nervioso por el suspenso del médico...

- Bueno, Sr. Martin... sospecho que la señorita Alicia está embarazada. Pero no puedo confirmar sin un análisis de sangre.

- ¿Embarazada? - dijo sin creer lo que escuchaba.

- Sí, señor. De pocas semanas.

Martin tenía una mirada seria y preocupada. No entendía lo que le estaba pasando ... cuando Alicia le habló de esta posibilidad, se había sentido tan contento de poder ser padre de un hijo de la mujer que ama... ¿por qué ahora no se había puesto feliz con esta noticia?

-Bueno, señor, le pido que mañana lleve a la señorita Alicia a mi consultorio para que pueda confirmales la noticia. – habló el doctor, saludando a Martin y saliendo.

Martin aún tardó unos segundos en moverse del lugar. Estaba confundido con sus sentimientos acerca de tener un hijo ahora. Entró a la habitación tratando de no hacer ruido para no despertar a Alicia, se sentó en un sillón que había ahí y se quedó viéndola dormir.

"Tan hermosa ... Cómo la amo. ¿Pero estoy preparado para ser padre? ¡Hasta ayer éramos solamente Alicia y yo!" - pensó en silencio - "¿Y ahora qué voy a hacer? No, no seré un cobarde. Si Alicia está realmente embarazada, me haré cargo este niño.".

Él pasó algunas horas perdido en sus pensamientos... ¿Cómo sería su vida si tuviera un hijo? ¿Qué cambiaría con la llegada de este niño? Y lo más importante, ¿estaba preparado para ser padre?

Cansado, se levantó y salió de la habitación, dejando sola a Alicia ... estaba sentado en el despacho cuando la señora Alisson entró.

- Si me permites el atrevimiento... no te ves contento con la noticia de que vas a tener un hijo. - dijo la señora mirándolo.

- Estoy confundido... hace unas semanas Alicia me habló de esta posibilidad, ¿y sabes qué le dije? - miró a la Sra. Alisson que todavía estaba de pie frente a él.

- ¿Qué le dijiste? - preguntó sentándose en la silla frente a Martin.

- Dije que sería el hombre más feliz del mundo... sin embargo ahora no me siento así. No me siento preparado para ser padre, creo que no quiero tener un hijo... ahora no. ¡Nuestra relación apenas empieza! - dijo con la cabeza gacha, no se sentía cómodo para hablar mirando a los ojos de la Sra. Alisson, en realidad se estaba sintiendo un canalla.

- No debes decir eso, un hijo es una bendición... ¡tienes que apoyarla! - dijo sonriendo.

- Lo sé, pero si te soy sincero, estoy deseando que las pruebas salgan negati... – decía Martin, pero cuando levantó la cabeza para mirar a la señora Alisson, vio a Alicia con la cara mojada por las lágrimas y dejó de hablar, su corazón se hundió en su pecho.

"¡Ella me escuchó!" - fue lo único que pensó antes de ver a Alicia salir corriendo.

El acompañante (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora