Capítulo 26

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Alicia solo sonrió y le dio un besito corto, mirándolo con amor.

- No podemos, mi amor ... ¡todavía no! - dijo Alicia alejándose.

- ¡Tienes razón! Pero cuando el doctor nos lo permita, no te me vas a escapar. - habló sonriendo.

Alicia se echó a reír y no pudo evitar sonrojarse.

...

--- México – Una semana después ---

Julieta estaba haciendo el último ajuste de su vestido de novia.

- ¿Y entonces? ¿No estoy divina? - Julieta le preguntó a su tía.

- ¡Preciosa, sobrina! - dijo encantada. - Tenemos que llamar a Alicia y avisarle de la nueva fecha de la boda... ¡quizás quiera venir!

- Llámala, pero no creo que venga. - dijo Julieta, demostrando poco interés.

- ¡Entonces la llamaré hoy! – expresó Yaya.

Pero pronto un ruido llamó la atención de todos, la puerta del cuarto de Julieta se abrió bruscamente...

- ¡Sergio! – Julieta lo miró asustada.

- Vete... el novio no puede ver a la novia antes de tiempo. ¡Trae mala suerte! – dijo Yaya intentando sacarlo de ahí.

- No creo en estas cosas ... ¡y tengo que hablar contigo, Julieta!

- ¡Muy bien, dilo! ¿Qué quieres? - preguntó Julieta, mirándolo.

- ¡A solas! – miró a los demás en la habitación.

Aunque la situación no le estaba gustando mucho, Yaya se fue de la habitación, junto a la costurera que estaba haciendo los últimos arreglos en el vestido.

- ¿Qué quieres? - preguntó Julieta nerviosa cuando estaban solos.

- ¡Te doy una última oportunidad para aceptar mi propuesta!

- No te hagas ilusiones, amorcito. Nos vamos a casar. ¡Mira qué divina estoy!

Sergio apenas la miró ...

- ¡Muy bien! No volveré a preguntarte. Te advierto que te vas a arrepentir amargamente de no haber aceptado mi propuesta. — dijo Sergio, saliendo de la habitación y cerrando la puerta con fuerza.

Julieta se quedó unos minutos a solas con sus pensamientos, tratando de entender lo que él podría estar planeando...

----- Londres -----

Martin acompañó a Alicia al médico para unos chequeos de rutina. Y para la felicidad de ambos, ya no había riesgos, el bebé estaba bien y en unas pocas semanas podrían saber el sexo.

Y, aunque a Alicia le daba pena preguntar, los dos cuestionaron al doctor para saber si podrían hacer el amor, y este les dijo que si, pero que deberían ser cautelosos.

Cuando llegaron a casa, Alicia se sorprendió al encontrar a Fedora esperándola.

- ¡Fedora! – la abrazó - ¿Cuándo llegaste? - preguntó Alicia, feliz de ver a su amiga.

- ¡Llegué esta mañana! - dijo sonriendo y saludando a Martin también. - La Sra. Alisson me dijo que habías ido al doctor, ¿está todo bien?

- Todo perfecto, ¡en unas semanas podremos saber el sexo del bebé! - respondió Alicia con los ojos brillando de la felicidad.

- ¿Han pensado en los nombres?

- Por supuesto, si es niño será Sebastián, y si es niña, Isabella. – habló emocionada.

El acompañante (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora