Capítulo 31

189 16 3
                                    

- ¡Regresa, por favor! - llamó Martin, sacudiéndola para que se despertara.

Alicia estaba llorando cuando finalmente se despertó, y al ver a Martin ahí a su lado, se arrojó a sus brazos.

- Todo está bien, Alicia. ¡Solo fue otra pesadilla! - Martin dijo mientras pasaba la mano por su cabello para calmarla.

Alicia no respondió, solo lloró toda su angustia...su mente trataba de entender esa pesadilla, al principio parecía como la otra que había tenido, pero después la sintió diferente. Tenía un mal presentimiento en su corazón.

Ella no durmió esa noche, solo fingió dormir mientras Martin estaba despierto, no quería preocuparlo. Al día siguiente volverían a Londres, pero antes pasarían por la casa de la tía de Alicia para despedirse.

...

-¡Vinimos a despedirnos, tía! - Alicia dijo abrazándola.

-¡Quédense un poco más! – pidió con tristeza. Julieta se había ido de luna de miel y ahora Alicia volvería a Londres, se sentiría sola sin sus sobrinas.

-¡No nos podemos tardar mucho! - Alicia argumentó, pero terminó accediendo a tomar un té con ella.

Estaban platicando, cuando Alicia, aprovechando un momento a solas con su tía, le contó de los sueños que había estado teniendo con Julieta.

- Solo son pesadillas, hija mía... ¡no te lo tomes en serio!

- No lo sé, tía... siento que va a pasar algo ... ¡Julieta no está bien! – expresó pensativa.

Y continuaron discutiendo el tema, cuando fueron interrumpidas por Maria, que se apresuraba a entrar con el teléfono.

- ¡Siento interrumpirlas, pero hay alguien que quiere hablar con usted, doña Yaya! – dijo entregándole el aparato.

-¿Quién es, Maria? - preguntó la tía Yaya, tomando el dispositivo de su mano.

-No lo sé... - respondió encogiéndose de hombros.

-¿Señora Montiel? - preguntó el hombre al otro lado de la línea, con fuerte acento francés.

- Sí, ¿con quién hablo? – preguntó extrañada.

- Comandante Pierre Drummond. - el hombre se presentó.

- ¿Y en que puedo ayudarlo?

-¿Es usted la tía de Julieta Montiel Carranza?

- Sí, ¿sucedió algo? - preguntó ella alarmada.

- Lamentablemente no tengo buenas noticias, señora. ¡La señora Carranza está desaparecida desde anoche y creemos que ha sido secuestrada!

-¡Dios mío! ¿Y su marido?

Alicia estaba haciéndole señas a su tía, tratando de averiguar qué estaba pasando, pero Yaya le indicó que esperara.

- No se preocupe, señora, él ahora está declarando. De hecho, fue quien denunció el secuestro, parece que estaban en una discoteca cuando dos hombres en un auto lo noquearon y se llevaron a su esposa... pero no se preocupe, estamos haciendo todo lo posible para localizarla.

- ¿Qué le pasó a Julieta, tía? - preguntó Alicia preocupada cuando Yaya colgó el teléfono.

- ¡Julieta fue secuestrada anoche cuando salía de una discoteca con su esposo!

- ¿Y Sergio?

- Él está bien ... ¡parece que estaba declarando!

- ¡Tenemos que irnos a París! - Alicia dijo, levantándose apresuradamente. Sentía que había algo que no cuadraba en la historia contada por Sergio.

- El comandante dijo que están haciendo todo lo posible para encontrarla y que debemos esperar. – explicó, tratando de calmar a Alicia.

- ¿Qué pasó? ¿Por qué están con esas caras? - preguntó Martin entrando a la sala.

Alicia le contó todo sobre el presunto secuestro de Julieta y Martin se sorprendió...

-¡Vamos a cancelar nuestro regreso a Londres, tía! - Alicia dijo después de haber platicado con Martin. Tenía que quedarse para ayudar a Yaya con lo que fuera necesario.

Alicia y su tía no podían más de la ansiedad. Esperaban que Sergio las llamara para contarles exactamente lo que había sucedido.

-Traten de calmarse, ¡seguramente la encontrarán pronto! – habló Martin, aunque no estaba muy seguro de ello.

-Eso espero, Martin... ¡Julieta estaba tan feliz con el matrimonio y ahora sucede tal tragedia! -dijo Yaya secándose las lágrimas que le corrían por el rostro.

Alicia no dijo nada, solo abrazó a su tía, tranquilizándola y transmitiéndole su fuerza...

Pasaron las horas y después de varios intentos fallidos de hablar con Sergio, Alicia decidió tomar una actitud. Se iría a París a la mañana siguiente.

- ¿De verdad crees que deberíamos irnos, mi amor? - preguntó Martin.

- Me parece lo mejor. Algo no va bien en esta historia, está muy raro que Sergio se tarde tanto en ponerse en contacto con nosotros.

- Sí, tienes razón. Esto está muy raro... pero me preocupa tu embarazo, así que voy a llamar al doctor para que venga a revisarte aquí, solo nos iremos si él te lo autoriza, ¿de acuerdo? – dijo mirándola serio.

Alicia asintió con la cabeza. Aunque tenia mucha ansiedad por descubrir exactamente lo que le había pasado a su hermana, sabía que la salud de los mellizos venía primero.

Martin hizo la llamada y en una hora el doctor apareció en la mansión. Después de revisar a Alicia y recetarle un tranquilizante natural, les permitió viajar, así que decidieron pasar esa noche en la mansión Montiel, ya que a la mañana siguiente tendrían que levantarse muy temprano para ir a París.

El acompañante (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora