Capítulo 20

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- ¡Alicia! - la llamó de nuevo, acercándose. - ¡Por favor! ¿Podemos hablar?

Alicia respiró profundo y se volteó para mirarlo.

- ¿Qué quieres? - preguntó seria.

- Solo quiero que hablemos... ¿vas a almorzar? ¿puedo acompañarte?

Ella lo miró durante unos segundos, decidiendo si escuchar o no lo que tenía que decir. Él se veía inquieto, nervioso...

"¿Qué es lo que quiere? ¿Y que hace aquí?" - pensó mientras tomaba una decisión.

- ¿Y entonces? ¿Puedo acompañarte? - preguntó sacando a Alicia de su inercia.

- Está bien, Sergio. – respondió molesta.

Sergio se fue con Alicia hasta el taxi que la esperaba, y se dirigieron a un restaurante que quedaba cerca.

Martin fue al trabajo de Alicia, pero cuando llegó ella ya se había ido a almorzar y no logró alcanzarla. Sin embargo, se encontró con Fedora.

- ¡Hola! Eres Fedora, ¿no es así? - Martin dijo acercándose a ella y extendiendo su mano.

- Sí... - dijo muy sorprendida de verlo.

- Necesito hablar con Alicia, pero me dijeron que ya salió a comer... – habló tratando de ocultar su nerviosismo.

- Es cierto... pero ¿qué quieres con ella? - preguntó seriamente. Fedora no permitiría que Martin volviera a herir a su amiga.

- Quiero platicar con ella... ¡rogarle que me perdone y decirle lo mucho que la amo!

- Conociéndola como la conozco, no será fácil hacer que te escuche. ¡Ella está muy herida todavía! - dijo mientras lo analizaba.

- Tengo que intentarlo... haré todo lo posible para recuperarlos. ¡Quiero tenerla a ella y a mi hijo conmigo!

- Me alegro de que ahora puedas ver tu error... ¡solo espero que no sea demasiado tarde para ti!

- Yo también espero... – dijo pensativo.

Los dos hablaron unos minutos más, y después de mucho insistirle a Fedora, ella le confesó a Martin que Alicia estaba viviendo con ella y le dijo el número del departamento, que quedaba en el mismo edificio dónde él había estado con Alicia cuando llegaron de México. Pero Martin tuvo que prometerle que no aparecería allá hasta que Alicia dijera que estaba dispuesta a recibirlo.

...

Después de que se sentaron e hicieron los pedidos en el restaurante, Sergio solo miraba a Alicia, sin saber cómo iniciar el tema.

- ¡Estas diferente! – él le dijo sonriendo. Algo había cambiado en Alicia, pero no lograba saber qué.

Alicia no dijo nada, solo le dio una pequeña sonrisa.

- ¡Vine aquí porque quiero hacerte una propuesta! – Sergio al fin empezaba a decirle lo que había estado pensando en los últimos días.

- ¿Propuesta? ¿Cuál? - preguntó ella confundida.

- Cásate conmigo. ¡Deja a ese acompañante y cásate conmigo! – la miró serio.

Ella no podía creer que él le estuviera pidiendo matrimonio después de todo.

- Sergio, tuviste tu oportunidad y me traicionaste. Realmente me sorprende que tengas el valor de venirme a preguntar eso.

- Te amo... ahora lo sé... ¡y nunca serás feliz con este tipo! - habló nervioso.

El acompañante (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora