Capítulo 36

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- ¿Como que se llevó a nuestro hijo? - preguntó sin entender nada, porque Alicia estaba llorando mucho en el teléfono.

- Él estuvo aquí... y se llevó a Sebas. Por favor, Martin, vuelve a casa ... ¡te necesito! - dijo entre lágrimas y sollozos.

- ¡Ya voy, mi amor! ¡Cálmate, ahora llego! - Colgó el teléfono y salió a toda prisa.

Martin, de camino a la mansión Montiel, le informó a la policía del secuestro de su hijo y le dijeron que regresara a casa, ya que una patrulla estaría camino a la mansión. Cuando él llegó y se fue corriendo a la habitación, Alicia estaba destrozada... lloraba desesperada.

- ¡Alicia, mi amor! - la abrazó fuerte.

Ella se aferró a Martin como si fuera lo único que pudiera darle fuerzas en ese momento.

- Se llevó a Sebas, Martin... ¡Se llevó a nuestro bebé! - dijo entre lágrimas.

- ¡Cálmate, amor mío, ya llamé a la policía y pronto encontrarán a Sergio y traerán a Sebas a casa! – expresó tratando de calmarla, aunque estaba igual de preocupado que su amada. Martin intentaba contener su furia hacia Sergio y las ganas que tenía de llorar al igual que Alicia, sabía que eso la pondría peor.

- Sergio va a lastimarlo, mi amor... ¡sé que lo hará! No puedo quedarme aquí sin hacer nada. - dijo tratando de levantarse e ignorando el dolor de los puntos de la cesárea.

- No puedes, mi amor ... ¡por favor, necesitas calmarte! – pidió él.

Martin se quedó abrazando a Alicia hasta que la policía llegó. Luego de explicarle todo a los policías, volvió al lado de Alicia y de su hija, ellas lo necesitaban más que nunca.

Pronto Yaya y Julieta llegaron a casa y corrieron a la habitación de Alicia, pensando que Sergio podría haberle hecho algo.

- ¡Se llevó a Sebas, Julieta! - Alicia dijo mirándola.

- ¿Como se atreve? - preguntó Julieta enojada. - No te preocupes, hermana. ¡Vamos a encontrar a mi sobrino! – habló y se fue de la habitación.

...

- Así es, detective, ¡quiero ir tras Sergio! – dijo Julieta, hablando por teléfono - No, no quiero que la policía se involucre en esto... ¡lo que tenemos que arreglar es solo entre nosotros dos! - expresó tratando de mantener la voz tranquila.

Después de unos minutos de hablar con el detective, Julieta finalmente consiguió una dirección. Ella había estado detrás de Sergio durante los últimos 10 días y, mientras tanto, de algo estaba segura: él nunca había abandonado el país. Siempre estuvo cerca de la familia Montiel.

- ¡Prepárate, Sergio, porque pagarás caro lo que me hiciste a mí y a mi familia! – abrió el cajón al lado de la cama y sacó una pistola.

...

La policía prácticamente había acampado en la sala de estar para vigilar a los teléfonos... seguramente Sergio querría algo a cambio del niño y pronto llamaría a la mansión.

Alicia se durmió después del tranquilizante que le dio su tía.

- ¡Será mejor que duerma! - dijo Yaya tratando de calmar a Martin, quien la miraba preocupado.

- Si le pasa algo a mi hijo... ¡No sé qué soy capaz de hacer! – expresó enojado.

- No le pasará nada... ¡Dios no lo permitirá, hijo! – respondió Yaya.

...

Las horas pasaron volando... y ni rastro de Sergio. Martin, en la sala, caminaba ansioso de un lado a otro.

El acompañante (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora