Capítulo 8

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- ¡No! Sergio para mí está muerto y enterrado... ¡lo que hizo es imperdonable! – contestó rápidamente.

- Bueno, no puedo decir que escuchar esto no me hace feliz, porque te estaría mintiendo. – dijo con su característica sonrisa.

- ¿Vienes conmigo? ¡Quiero salir a comprar algo para Apolo! - Alicia cambió de tema.

- ¡Por supuesto! - dijo sonriendo.

Alicia y Martin fueron a un pet shop en el centro y ella compró un collar de perros azul, corbatas, algunos juguetes para mascotas y, por supuesto, comida para perros.

- ¡Por cierto, veo que este perro será mejor tratado que yo! – Martin miraba la cantidad de cosas que se estaba llevando Alicia.

- Él es mi bebé... ¡tengo que consentirlo! – le sonrió.

- Si quieres puedes consentirme también, ¡te aseguro que no me voy a quejar! - dijo Martin riendose.

Después de salir del pet shop, se fueron a tomar un helado y entonces platicaron.

- Sabes golpear bien ... ¡hasta mandaste a Sergio al hospital! - Alicia dijo riendose.

- ¡Se merecía mucho más!

- ¡No puedo creer que mi tía haya creído en esa historia de que dos tipos lo asaltaron!

Ambos se rieron. Y luego se quedaron en silencio mirando a su alrededor.

- Alicia ... ¿qué somos? - preguntó Martin rompiendo el silencio y mirándola.

- ¿A qué te refieres? - Alicia no entendió su pregunta.

- Me refiero a qué relación tenemos. Somos amigos con derechos... novios ... ¿qué? - habló seriamente

- No lo sé, Martin... eres mi acompañante... y bueno... ¡la verdad es que no lo sé! – Alicia le dijo sin vueltas.

- ¿No sientes nada por mí? ¿No sentiste nada cuando nos besamos?

- Por supuesto que sí... ¡me siento muy atraída por ti!

- ¿Y? - le preguntó, animándola a seguir hablando.

- Necesito ser honesta contigo... cuando te contraté no me fijé en eso, pero ahora que las cosas han cambiado, yo... he estado pensando mucho en el tema de la edad.

- ¿Y eso qué tiene que ver? – Martin no se imaginó que esto sería un impedimento para ella.

- Te llevo 10 años, Martin... ¿piensas que la gente no se da cuenta? Mi prima Carlota fue la primera en decirlo, pero sé que en la fiesta los demás también lo comentaron. En verdad, ¿no crees que estoy vieja para ti?

Además de los comentarios de la gente, Alicia tenía miedo de enamorarse y que Martin solo quisiera divertirse un rato con ella y luego se buscara a una de su edad, pero eso todavía no se atrevía a decírselo.

- La edad es solo un número, Alicia. Deja que la gente diga lo que quiera, si nosotros estamos seguros de nuestros sentimientos, nada más nos debe de importar. – le tomó la mano y sonrió

- Perdón, es que... yo no estoy segura de mis sentimientos. Mi vida dio un giro de 180 grados en pocos días y todavía no lo asimilo bien, así que es mejor dejar que las cosas fluyan... ¿te importa si vamos despacio? - preguntó mirándolo.

- Está bien, ¡dejemos que fluya! – le dijo comprensivo. Entendía que el corazón de Alicia aún no había sanado completamente, y decidió que también aprovecharía el tiempo para estar seguro de sus propios sentimientos, aunque, de todas formas, jamás jugaría con ella.

El acompañante (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora