Cuando Fedora llegó a casa con Apolo en brazos y Alicia fue a recibirlos a la puerta, supo lo importante que era ese perro para ella. No sabía si era porque realmente lo quería mucho o si era porque fue regalado por Martin, pero lo importante es que ese animalito la hacía feliz.
- ¿Tuviste problemas para traer a Apolo? - preguntó Alicia, todavía abrazando al perrito que estaba haciendo una fiesta en sus brazos.
- ¡No, ninguno! - Fedora habló sonriendo.
En realidad, lo que Alicia deseaba era preguntarle a su amiga si había visto a Martin, pero no se animó.
-¡Él preguntó por ti! - Fedora dijo mirándola seriamente y adivinando lo que quería saber.
-¿Quién? - preguntó haciéndose la tonta y poniendo su atención al perro.
- ¿Quién crees? El acompañante, ¡por supuesto! – dijo, algo molesta con la terquedad de Alicia en admitir que se moría por saber algo de él.
- ¿Sí? ¿Y qué preguntó? — fingió poco interés en el tema.
- Si estás bien, por qué no fuiste a la cita con el doctor Richard, si estás realmente embarazada... cosas así.
- ¿Y qué le respondiste? - Alicia ya no pudo ocultar su curiosidad en el tema.
- Respondí la verdad... tiene derecho a saberla. Después de todo, ¡también es su hijo el que está ahí! - Fedora dijo mirándola.
Alicia no dijo nada, no sabía cómo reaccionar al respecto.
"¿Por qué le importa? ¡Ni siquiera quiere este hijo! " - pensó ella mientras miraba al vacío.
- Amiga querida del alma, creo que ustedes dos deberían hablar ...quizás puedan arreglar sus problemas. Debe haber sido un malentendido ... si te dijera lo mal que se veía, no lo creerías. ¡El pobre parece un zombi! - Fedora sacó a Alicia de sus pensamientos.
- ¡No, Fedora! No hubo malentendidos... yo misma lo escuché, no me lo contó nadie. Seguramente lo que le pasa es que tiene cargo de conciencia, pero pronto se le va a quitar y seguirá con su vida como si yo nunca hubiera existido.
- Bueno, si tú lo dices... yo sigo pensando que necesitan hablar. Pero cambiando de tema, ¿qué pasó con lo de tu hermana y Sergio?
- No lo sé...ella estuvo en casa de Martin buscándome, ¡y después de eso no supe nada más! – contestó encogiéndose de hombros.
---- Casa de Martin ----
Martin había estado sentado en su despacho desde que Fedora estuvo en su casa. Una botella de whisky medio vacía estaba sobre la mesa...
Las palabras de Fedora todavía lo atormentaban, y tampoco podía olvidarse del momento en que Alicia le dijo que él era peor que Sergio, la manera en que ella se había ido...
- No puedes quedarte así ... ¡tienes que acostarte y dormir aunque sea un rato! — le dijo la señora Alisson preocupada.
- Déjame en paz ... ¡me merezco esto y más! - Martin dijo con voz entrecortada.
-¡Te vas a enfermar si sigues así! - argumentó.
- No valgo nada... ¡si me muriera sería mejor! - dijo con la cabeza gacha.
-¡Por favor, mi niño, no digas esas cosas! – habló angustiada, estaba muy preocupada porque desde la noche en que Alicia se había ido, Martin se hundía más y más en el dolor.
- Ella se fue ... y todo porque yo fui un cobarde. Mi amor se fue... ¡y se llevó a mi hijo! – dijo con los ojos llenos de lágrimas.
La señora Alisson apenas podía entender lo que decía Martin, él estaba muy borracho.
ESTÁS LEYENDO
El acompañante (ADAPTACIÓN)
RomanceAlicia Montiel se va a Londres para huir de los recuerdos de su casi matrimonio fallido con Sergio Carranza. Allí se convierte en una respetada profesional, pero su vida amorosa nunca se recuperó después de lo sucedido. Ahora, después de 10 años lej...