Martin se sobresaltó por los gritos de Alicia. Y en cuanto la vio llorar, la abrazó preocupado.
- Tranquila, ¡fue solo una pesadilla, mi amor! – dijo él.
- ¡Pero fue tan real! - Alicia dijo entre sollozos.
- Cálmate, mi amor. No te pongas así...me preocupa que eso afecte tu salud y la de nuestros hijos.
Martin se quedó abrazándola y diciéndole palabras cariñosas en su oído hasta que ella se calmó.
- ¡Fue tan horrible, Martin! – siguió diciendo unos minutos después, aunque estaba más tranquila.
- Si no quieres hablar de eso, no es necesario que hablemos. – expresó, tratando de no ponerla nerviosa de nuevo.
- No, sí quiero hablar... soñé que Sergio y Julieta se estaban peleando, no entendía por qué, y de repente estábamos en un avión y lo tiró al mar. Traté de que dejaran de discutir, pero era como si no estuviera ahí, porque no me escucharon ... no sé ... ¡siento que le va a pasar algo malo a Julieta!
- Solo fue una pesadilla, mi amor. No va a pasar nada malo. - Martin dijo sonriéndole.
- Pero Julieta estaba tan desesperada en mi sueño... y Sergio tan violento. ¡Se sintió tan real! – insistió.
- Intenta dormir... ¡en un rato tendremos que levantarnos! – él la acurrucó en su pecho.
Alicia no durmió después de esa pesadilla. Apenas se quedó acostada donde se sentía segura, en los brazos de Martin.
--- A la mañana siguiente ---
Sergio se despertó temprano ese día y fue al restaurante del hotel a desayunar, mientras Julieta todavía dormía. Cuando regresó a la habitación, ella ya estaba despierta.
- ¡Vamos a llegar tarde para tomar el vuelo! - dijo sin siquiera mirarla.
- ¿No vamos a desayunar primero? - preguntó mientras lo veía empacar sus cosas.
- Ya desayuné... y si tú quieres hacer lo mismo, date prisa o me voy sin ti.
Lejos de la gente, Sergio era arrogante, hostil... pero cuando estaban en público, pasaba la imagen de esposo enamorado, solo para mantener las apariencias. Julieta le seguía el juego, no permitiría que los demás se enteraran de que su matrimonio era un fracaso.
Pronto estaban en el avión rumbo a París ...
--- Mansión Montiel ---
- ¡Me alegro de que hayan llegado! – expresó Yaya mientras los recibía.
- Sí, tía... - dijo Alicia, sonriendo y abrazándola. Poco después, Martin también saludó a doña Yaya.
Pronto llegó Fabián con Rebeca, y mientras las mujeres platicaban, Fabián terminó invitando a Martin a hablar en la oficina.
- Doña Yaya, ¡ha llegado el invitado! – dijo Maria, sabiendo que sería una sorpresa para Alicia.
- ¡Gracias por avisarme, Maria! - dijo Yaya alegremente.
Alicia miró a Rebeca en busca de una respuesta, pero ella solo sonrió y se encogió de hombros sin saber quién venia.
- ¡Samuel! - Alicia se levantó para abrazarlo.
Samuel era uno de los mejores amigos de Alicia, habían estudiado juntos en la escuela y en la adolescencia fueron novios, pero incluso después de qué se terminó la relación, siguieron siendo amigos cercanos.
- ¡Hola, Alicia! ¡Qué bueno verte! – dijo Samuel, todavía abrazándola.
Mientras ellos se saludaban, Fabián y Martin llegaron a la sala, y a Martin no le gustó nada ver a Alicia abrazando a ese hombre.
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El acompañante (ADAPTACIÓN)
RomanceAlicia Montiel se va a Londres para huir de los recuerdos de su casi matrimonio fallido con Sergio Carranza. Allí se convierte en una respetada profesional, pero su vida amorosa nunca se recuperó después de lo sucedido. Ahora, después de 10 años lej...