Martin estaba tan feliz con la presencia de Alicia en su casa que parecía un niño al que le acababan de dar un regalo. Hizo todo lo posible para que ella se sintiera a gusto.
-¡Traje algo para que comas! - dijo él entrando en la habitación con una charola.
- No hacía falta que te molestaras, ¡no tengo hambre! - Alicia dijo apenada con tantas atenciones.
- El doctor dijo que tienes que comer bien, y hace muchas horas que almorzaste. – argumentó, poniendo la charola en la cama.
Alicia observó atentamente todas las cosas ricas que él le había llevado: panes, tostadas, yogur, frutas y jugo. Todo muy natural y saludable, pero un detalle llamativo no pasó desapercibido por ella: en un rincón de la charola había una rosa roja. Alicia miró a Martin con curiosidad, pero no preguntó ni comentó sobre la rosa.
- Está bien ... voy a comer algo. Veo que la Sra. Alisson hizo se esmeró en todo lo que preparó, y no quiero hacerle una descortesía. - dijo sonriendo.
- ¡En realidad fui yo quien preparó tu merienda! – sonrió - ¡Espero que te guste!
- ¿Tú? - ella sonrió con sospecha.
- ¡Sé manejarme muy bien en la cocina!
Martin se sentó en un sofá y miró a Alicia mientras comía, pero ella se estaba sintiendo muy incómoda con eso.
- ¿Qué pasó? ¿Por qué me miras así? – cuestionó ella.
- ¡Te ves aún más hermosa con el embarazo! - dijo sonriendo.
Alicia solo le dio una sonrisa avergonzada y no pudo evitar sonrojarse... desde la primera plática que habían tenido después de la pelea y separación, Martin había cambiado. Siempre había sido muy atento con ella, pero ahora era diferente, ya no estaban juntos y Alicia creía que él no tenía por qué seguir diciéndole estas cosas.
Ella trató de enfocar su atención lo más posible en la comida y tratar de olvidar la presencia de Martin allí devorándola con sus ojos...
-Gracias por la merienda, pero ya estoy satisfecha. – habló ella, terminando el jugo de naranja.
Martin tomó la charola de la cama y se fue a ponerla en la cocina. Cuando finalmente Alicia se quedó sola, pudo dar un suspiro de alivio. Él definitivamente la estaba volviendo loca.
--- Aeropuerto de Londres ---
Julieta y Sergio esperaban el avión que los llevaría de regreso a México ...
- ¡Ay, amorcito, no te pongas así! ¡No soy tan mala! - dijo Julieta cínica como siempre.
- ¡Mala es muy poco para ti, Julieta! - Sergio habló sin mirarla.
- No te preocupes, después de que nos casemos en unas semanas, todo va a mejorar. – sonrió.
- ¿Quién me garantiza que cuando nos casemos no vas a revelar mi secreto a todos?
- ¿Crees que mancharé mi reputación? ¡Yo también seré una Carranza cuando nos casemos!
- Como si tuvieras buena reputación ¿verdad? – ironizó él.
Julieta no dijo nada, pero pronto le haría pagar por toda su ironía, ya que ella planeaba manipularlo a su antojo después de que se casaran.
--- Casa de Martin ---
Alicia durmió toda la tarde, y cuando despertó se sobresaltó al encontrar a Martin sentado en ese mismo sofá donde la había estado mirando antes. Él estaba distraído leyendo un libro y ella se tomó su tiempo para mirarlo, a pesar de todo su corazón latía más fuerte con solo verlo, estar cerca de él...
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El acompañante (ADAPTACIÓN)
RomansAlicia Montiel se va a Londres para huir de los recuerdos de su casi matrimonio fallido con Sergio Carranza. Allí se convierte en una respetada profesional, pero su vida amorosa nunca se recuperó después de lo sucedido. Ahora, después de 10 años lej...