- ¿Sorprendido en verme?
Martin no dijo nada, entró al despacho y cerró la puerta.
- ¿Y cómo se supone que debería estar? - Martin preguntó seriamente.
- ¡Tienes una hermosa casa! - dijo la mujer caminando por el despacho mientras observaba todo a su alrededor.
- ¿Viniste aquí para elogiar mi casa? - preguntó con impaciencia.
- Por supuesto que no. Vine a hablar de Alicia, pero te confieso que fue mi tía la que me obligó. - dijo con disgusto.
- ¿Qué quieres? Dilo de una vez... ¡Alicia me está esperando en la piscina! - la miró con desconfianza.
- Ohhh... ¿entonces aquí es donde se esconde mi hermanita? - preguntó sonriendo.
- ¡Alicia no se está escondiendo de nadie, Julieta!
- Muy bien, si tú lo dices... ¡vine porque quiero pedirle perdón a Alicia! - dijo haciendo una mueca de disgusto.
- No pareces muy ilusionada con la idea de pedirle perdón...
- Y no lo estoy... ¡la tía Yaya sabe ser una vieja insistente cuando quiere algo y no me va a dejar en paz mientras no lo haga! - dijo sonriendo cínicamente.
- Entiendo... ¡no sé si Alicia querrá recibirte! – habló Martin pensativo.
- Y ahí es donde entras tú, cuñadito... ¡la vas a convencer de que me escuche!
- ¿Y por qué haría eso, Julieta?
- Vamos, cuñado... ¡no seas malo! Solo dile que quiero hablar con ella ... te garantizo que no haré nada que empeore la situación. - dijo sonriendo.
Martin se quedó en silencio un rato...
- Está bien, Julieta. Voy a hablar con Alicia, pero no puedo garantizarte nada ... ahora si me disculpas, ella me está esperando. - dijo abriéndole la puerta a Julieta.
- Por supuesto, estaré esperando noticias. Te dejo mi tarjeta. ¡Llámame! – le entregó la tarjeta y se fue.
Martin se quedó solo en el despacho unos minutos, pensando en la visita de Julieta ...
"¿Le haré daño a Alicia convenciéndola de que hable con su hermana? ... Pero se trata de su familia..." – pensó.
Después de reflexionar, decidió que sería mejor para Alicia resolver su situación con la familia.
Alicia todavía lo esperaba cerca de la piscina.
- ¡Te tardaste, mi amor! – dijo ella sonriendo cuando lo vio acercarse.
- Perdón...
- ¿Algún problema? - preguntó al darse cuenta de que él estaba serio.
- Sí... Julieta estuvo aquí.
- ¿Julieta? ¿y que quería ella?
- ¡Hablar contigo!
- No quiero hablar con ella ... ¡Sabes bien que no quiero hablar con ninguno de los Montiel! – empezó a ponerse nerviosa.
- ¡Alicia, recuerda que tú también eres una Montiel, se trata de tu familia! ¡Solo escúchala, ella está arrepentida!
Martin sabía que eso no era cierto, pero se había quedado sin argumentos para convencerla de que hablara con Julieta.
- No me recuerdes eso... ¿y de verdad creíste en su arrepentimiento? ¡Julieta es una cínica y solo piensa en ella!
- Por favor, mi amor, solo escúchala ... ¡te lo pido!
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El acompañante (ADAPTACIÓN)
RomanceAlicia Montiel se va a Londres para huir de los recuerdos de su casi matrimonio fallido con Sergio Carranza. Allí se convierte en una respetada profesional, pero su vida amorosa nunca se recuperó después de lo sucedido. Ahora, después de 10 años lej...