Capítulo 2

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Daniel

Siento unos rayos de sol colarse por la ventana de mi habitación, entre abro los ojos poco a poco hasta acostumbrarme a la luz del día. Me levanto de la cama unos minutos después y me encamino hacia el baño para ducharme y cepillarme.

Cuando término de asearme, me visto con mi ropa habitual del trabajo, un traje negro. Me trasladó a mi cocina y me pongo a revisar que tengo para desayunar, hago una mueca al ver que no tengo casi nada para comer, así que es mejor desayunar afuera, tal vez en una cafetería.

Agarro mi maletín con mis cosas antes de salir de mi Penthouse, recorro todo el pasillo para llegar al ascensor, apenas entro marco planta baja, se abren las puertas del ascensor y con un asentimiento saludo al guardia de la entrada.

El aire fresco de septiembre me pega en la cara al salir a la calle, me meto en mi Porsche y hago sonar el motor antes de arrancar.

Mientras voy manejando, escucho como mi celular vibra, significando que alguien me está llamando, lo agarro y veo de quien se trata. Es Bárbara. Mi prometida.

Que fastidio.

Bárbara y yo estamos comprometidos, pero no como todo el mundo cree. Hace unos meses mi padre tenía un negocio con el padre de Bárbara y él me pidió que para ayudarlo a que obtuviera ese contrato millonario, podría salir un rato con Bárbara para que ella convenciera a su padre de firmar. Bueno, éticamente no está bien, pero por lo menos se logró el objetivo.

El problema real aquí es que cuando se firmaron los papeles del contrato, ya no tenía sentido estar más tiempo con Bárbara, espero unos días más hasta que le dije que lo nuestro no estaba funcionando y que debíamos romper, ella hizo caso omiso y fingió que todo estaba bien.

En sus redes publicaba diariamente que éramos la pareja perfecta y puras mentiras. Un mes después, le dije que se dejara de juegos, a lo que ella manipuló y le dio la vuelta a toda la discusión.

Pocos días después vi por todas las noticias que ella y yo estábamos comprometidos. Fui reclamarle, pero ella seguía siendo la misma loca de siempre, le ignoro y se creó una película en su mente de la boda perfecta.

Así que decidí dejar de gastar mis energías en ella y su locura y decidí seguirle el rollo de su supuesta "historia de amor verdadero". Gran error. Ahora es más insoportable que nunca.

Aun así, ella no me detiene para ir de fiestas y estar con otras mujeres, porque lo hago.

Siempre salgo de fiesta, me la paso bien y me divierto, conozco a mujeres y me acuesto con ellas, siempre es solo por una noche.

Bárbara sabe que me acuesto con otras, pero como quiere seguir con la supuesta boda hace como que no pasó nada.

—¿Qué quieres?

—Hola, Dani, buenos días —dice con una voz dulcemente fastidiosa.

—Bárbara, no tengo tiempo, voy de camino al trabajo. ¿Qué necesitas? —ya estoy cansado de su cursilería.

—Ok tranquilo, nada más quería avisarte que el sábado vamos a ir a una recaudación y necesitamos estar presente para mostrarnos en público.

—Tú sabes que eso no me interesa para nada, esas estupideces, Bárbara. No tengo tiempo con la empresa —manifiesto ya harto de que siempre insista en mostrarnos cómo una pareja feliz.

—Si, ya lo sé, es que ya no me prestas atención desde hace tiempo, hablé con tu padre y me dijo que estaba bien usar esa fiesta para ya anunciar oficialmente nuestro compromiso.

—Te voy a decir dos cosas, Bárbara, porque no tengo todo el día para tus cosas. Uno, tú y yo no somos nada, tú misma te pediste matrimonio. Dos, no me gusta que hables con mi padre para chantajearme. Solo voy a ir a la fiesta porque es algo importante para la empresa.

Perfecta ConquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora