Perfecta Conquista

capitulo 8.

                     Pasado amargó

Daniel

Veo como valerie sale del auto y entra en su apartamento, no se que me pasa pero me quedo otros cinco minutos viendo su edificio, decido dejar de mirar como un idiota a al pared y me voy hacia mi casa.

Al llegar veo a Bárbara en la puerta principal, trato de esconderme de ella por los árboles pero ya me vio.

— ¡Amor! —salta como loca y me da un largo abrazo.

—Bárbara —digo serio, listo para decir lo siguiente—tenemos que terminar lo
Nuestro.

—P-porque?

Oh no.

Va a llorar.

—estoy saliendo con alguien mas.

Pagaría toda mi fortuna si por eso pudiera ver de nuevo la cara que puso Bárbara.

— ¡no! ¡No me puedes terminar!

—Si, si puedo,  de hecho lo acaba de hacer.

—Voy a llamar a mi padre y el va a romper todas las alianzas que tenga con la empresa Silvestri.

Empieza a buscar su celular pero ahí mismo la detengo.

Niego la cabeza.

—Bárbara si se te ocurre llamar a tu padre, hare saber a todos los medios de tu amorío con Alessandro, el hijo del peor enemigo de tu padre.

Su cara palidece al instante, supe de su amorío desde el principio pero nunca le reclame.

—No serias capaz.

—Oh, claro que puedo.

Veo como se esta debatiendo internamente en su pequeño cerebro, después de un largo silencio. Levanta la cabeza y me mira con odio.

—Si no eres Mio, no serás de nadie.

Una carcajada sale de mi garganta por lo estúpido de esa amenaza.

—se que es falsa esa estúpida novia tuya —dice y ahí mismo me detengo—quien es?

—No es falsa y no te voy a decir quien es —veo como saca de su bolso una revista.

Me la lanza y veo como salimos Valerie  y yo en el restaurante de sushi.

—No me mientas, es esa rubia, lo sabia, nunca debí bajar la guardia.

Veo como me lanza flechas por su mirada.

—Detén esta farsa y si no obtente a las consecuencias, nadie deja a Bárbara Classio.

Rodeo los ojos cansad de su infantil comportamiento.

—vete antes de que llame a seguridad.

--

La semana se paso súper rápido.

Los siguientes días después de terminar con Bárbara fueron llenos de puras reuniones con los socios y accionista y mucho papeleo.