Capítulo 3

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Valerie

Al entrar a mi nuevo apartamento me quedo quieta en la entrada, recorro con la mirada el apartamento.

Desde donde estoy parada puedo notar, a la izquierda, una espaciosa cocina, con una isla grande. A la derecha se encuentra la sala de estar, anotó mentalmente comprar unos cojines para darle mi toque, más allá de la sala, está un balcón, me acerco y abro la puerta de vidrio. La vista da para una plaza, hermoso. Salgo del balcón y me traslado al pasillo que me lleva a tres cuartos, dos habitaciones y un baño. Observo las dos habitaciones y me quedo con la más grande.

Dejo mi maleta en la cama y empiezo a ordenar la ropa en el armario. Mientras voy ordenando también elijo de una vez la ropa que me pondré esta noche.

Al final opto por un vestido corto de color negro, unas botas sencillas y unos pendientes que resaltan mi cara.

Ya estoy lista cuando suena mi celular, lo agarro y veo que se trata de dos mensajes de mi hermana y otro de Isa. Abro el de mi hermana primero.

Eli: ¡Hola! ¿Ya llegaste? Por favor escríbeme cuando hallas llegado. Te quiero.

El mensaje me lo envió hace dos horas.

Valerie: Si, ya llegue. Voy a salir con Isa, hablamos mañana. Te quiero.

No espero que responda, allá en Washington debe ser tarde. Abro el mensaje de Isabella.

Isa: Voy saliendo, mándame tu dirección.

Valerie: Voy.

Le envió mi dirección exacta. Me hago caer en la cama para ver mis correos mientras espero a que llegue Isa. Noto varios correos innecesarios hasta que veo uno de la cárcel estatal. Frunzo el ceño antes de abrirlo.

Asunto: Ninguno.

De: La prisión estatal de D.C.

Para: Valerie White.

Voy. A. Salir. Pronto.

Nada más dice esas palabras. Mi pulso se acelera al pensar que podría ser eso... No, no podría ser... ¿O si? Mis nervios van incrementando ante la idea que se está formando en mi cabeza.

Me llega una notificación de mi celular arrancándome de mis pensamientos. Se trata de Isa.

Isa: Baja. Ya estoy aquí.

Me levanto de mi cama un tanto aturdida, apago mi celular y elijo relajarme por hoy. Lo más probable es que haya sido un error. Sí. Me convenzo mientras voy saliendo de mi apartamento.

Apenas llego a la salida, observo a Isa con su melena castaña claro saludarme con emoción y a su lado Marcus, su novio.

Isa sale corriendo hacia mí para abrazarme, le correspondo el abrazo con fuerza. Como si tuviese miedo que no fuera real.

-¡Dios! Cuanto te extrañe. -dice, entrecortadamente, casi a punto de llorar.

Simplemente, asiento con la cabeza y el mismo sentimiento, mi voz está atrapada en mi garganta.

Perfecta ConquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora