Finalmente, Izuku se había roto. Con los ánimos por los suelos, no encontró más opción que inclinarse profundamente, haciendo una reverencia en forma de disculpa. El gesto fue tan sincero y lleno de arrepentimiento que interrumpió el discurso de Kirishima Jr., quien, al verlo, pareció congelarse por un instante.
El héroe esmeralda, con lágrimas en los ojos, permaneció en esa postura, esperando alguna respuesta, cualquier palabra que pudiera aliviar el peso de la culpa. Sin embargo, Kirishima Jr. simplemente lo miraba, su expresión endurecida por el silencio, aunque sus ojos delataban algo más profundo. El ambiente se volvió pesado, tenso, mientras el resto del equipo observaba sin saber bien qué hacer o decir.
-¡LO SIENTO! -gritó Izuku con la voz entrecortada, tratando de mantenerse fuerte mientras golpeaba su cabeza contra el suelo-. ¡ES MI CULPA! ¡LAMENTO NO HABER SALVADO A TU MADRE! -las palabras salían con desesperación. El dolor en su rostro era evidente, mientras las lágrimas caían al recordar a la amiga que había perdido en aquel fatídico día-. Ella fue mi amiga... me afectó tanto haberla perdido. Pude haberlo evitado, pero mi vida estaba en peligro -su confesión provocó que la expresión de Kirishima se endureciera, el enojo evidente en su mirada-. Pero... si me hubiera sacrificado por tu madre, habrías perdido a tu padre, a todos los héroes presentes... Incluso a tu madre... y todo habría sido en vano.
Las palabras comenzaron a calmar a Kirishima, aunque el ambiente seguía cargado. Izuku levantó lentamente la cabeza, con los ojos vidriosos, para mirar a su alumno.
-Si hubiera entrenado más... tal vez nada de esto habría pasado -dijo, su voz rota por el arrepentimiento-. Y sobre mi sonrisa... -hizo una pausa para tomar aire-. No puede desaparecer... Es mi escudo, es el escudo de la sociedad. Los villanos adoran ver a un héroe roto, vulnerable. Así sabrían cuándo atacarme... Además, es para no preocupar a nadie. Lamento si te molesta... No puedo prometer dejar de sonreír, pero... dejaré de hacerlo frente a ti si eso es lo que quieres. No soy digno de tu perdón... No pretendo conseguirlo porque sé que no lo merezco.
Los pasos de Kirishima se hicieron cada vez más fuertes y rápidos. Midoriya cerró los ojos, preparándose para recibir el golpe que creía que vendría, esperando, al menos, poder encontrar alguna forma de reconciliarse con su alumno, de hacer que volviera a ser feliz.
El chico corría a toda velocidad hacia su maestro, lágrimas de impotencia y rabia corriendo por su rostro, pero no había furia real en su corazón. A pocos metros de distancia, todo el resentimiento que había alimentado durante tanto tiempo parecía desvanecerse. Frente a él, estaba el héroe, encorvado, vulnerable, esperando un golpe que nunca llegó.
Sin detenerse, Kirishima se lanzó con los brazos abiertos y envolvió a Izuku en un abrazo fuerte y profundo, el tipo de abrazo que sólo puede ofrecer alguien que ha dejado atrás el odio. Las lágrimas seguían cayendo, pero ya no eran por rencor; eran por todo lo que habían sufrido, por lo que había perdido, y por lo que, finalmente, estaba empezando a comprender.
Kirishima lo sujetó con fuerza, gritando entre lágrimas:
-¡¿Te odio?! ¡Eso diría si fuese un niño! -apretó aún más el abrazo-. Mírame, Deku.Izuku alzó el rostro, con los ojos aún llenos de lágrimas.
-¡Yo no te odio! -continuó Kirishima, su voz quebrándose-. ¡Sé que lloraste y sufriste al igual que yo por la muerte de mi madre! ¡Sé que siempre tuviste buenas intenciones, que tu sonrisa es solo para ocultar el dolor que llevas dentro!
Volvió a abrazarlo, esta vez con una suavidad casi fraternal.
-Y no voy a perdonarte, porque nunca tuviste la culpa -dijo, su voz ahora más tranquila.
En ese momento, Izuku, conmovido, correspondió el abrazo, apretando con calidez, dejando atrás todo lo que había reprimido.
-¡Aún así... lo siento! -exclamó Izuku, levantándose de su lugar, la culpa aún pesando en su voz.
Kirishima lo miraba, todavía aturdido por la escena que acababa de presenciar, cuando el pelinegro soltó una carcajada.
-No puedo creer que vi al Símbolo de la Paz arrodillándose a mis pies -dijo con ironía, riéndose a carcajadas.
-Sí... fue patético -admitió Izuku, dejando salir un suspiro-. Pero aún así lo valió... y lo haría todas las veces que fuera necesario.
Antes de que Kirishima pudiera procesar esas palabras, sintió un impacto repentino. Izuku había lanzado un rápido golpe directo a su estómago, dejándolo sin aire y cayendo inconsciente al suelo en un instante.
-Lo siento, Kirishima -murmuró Izuku, mirando con tristeza a su alumno caído -Felicidades, aguantaste un 10% -dijo Izuku, cargando a Kirishima Jr. mientras lo llevaba hacia afuera con cuidado.
Apenas estaban por cruzar la puerta, Izuku liberó una densa cortina de humo con uno de los quirks de su repertorio, llenando la sala. Sin perder tiempo, salió rápidamente del lugar, dejando el área envuelta en una neblina gris, mientras su figura se desvanecía entre el humo.
-¡Mierda! Arruinó nuestra emboscada... -se quejó Bisumasu, su frustración evidente.
-Tranquila, aún tenemos una oportunidad, siempre y cuando no perdamos más aliados -respondió Kyodaina, tratando de mantener la calma a pesar de la creciente desesperación. Su esperanza de victoria se desplomó al ver a Kirishima inconsciente en el suelo.
-Demonios... -murmuró Ikarino, mirando la escena con desdén. -Ya van dos que están fuera de combate.
El símbolo de la paz, con una sonrisa sardónica, se rió ante ellos.
-Jojo...
-Es hora de lucirme -dijo Ikarino con determinación, dando un paso al frente y quitándose unas muñequeras pesadas. -Dime, ¿cuánto cargas ahora?
Con un movimiento decidido, Ikarino arrojó las muñequeras al suelo, que se estrellaron y se rompieron debido a su peso abrumador.
-Eso me imaginaba... -comentó Izuku, evaluando la situación con una mezcla de respeto y desafío.
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Perdón por el cap tan corto
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IZUKU EL MAESTRO (PAUSADA TEMPORALMENTE)
FanfictionIzuku Midoriya, alias el héroe número 1 Deku, alias el símbolo de la paz, de 33 años preocupado de la filosofía de los nuevos héroes, decide hacerse cargo postulándose para ser Maestro en la escuela más prestigiosa de todo Japón, la U.A., escuela do...