CAPÍTULO 57: UN NUEVO DÍA

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El eco de pasos resonaba suavemente por los pasillos de la agencia del símbolo de la paz, un lugar que había estado envuelto en tantas batallas y glorias pasadas. Después de tanto tiempo, el propio símbolo de la paz volvía, con una expresión de cansancio en el rostro, listo para enfrentar el papeleo y los informes que había postergado por mucho tiempo. A pesar de su título, incluso los héroes tenían que lidiar con lo mundano.

Al entrar a la oficina principal, se encontró con alguien inesperado: Mineta, su mano derecha, parado al lado del escritorio con una pila de documentos en la mano, y una sonrisa pícara en el rostro. El tiempo había pasado, y aunque Mineta seguía siendo pequeño en estatura, su presencia como héroe había crecido notablemente.

—¿Cómo has estado, Deku? —preguntó Mineta con tono amigable.

—Bien, algo confuso, pero estoy... bien —respondió Izuku con una gran sonrisa—. ¿Y tú? —añadió, cruzando los brazos, curioso por el comportamiento de su compañero.

—Me alegra mucho, Deku. Yo... jeje... bien... —dijo Mineta, sonrojándose ligeramente y rascándose la sien.

—¿Qué ocurrió esta vez? —preguntó Izuku, con una mezcla de sospecha y diversión, mientras lo observaba.

—Nada, es solo que... al fin... después de intentar por 15 años... —Mineta comenzó a emocionarse visiblemente— ¡por fin me aceptaron en una cita! —exclamó con una mezcla de orgullo y sorpresa.

La revelación dejó a Izuku desconcertado.

—¿Es en serio? —preguntó, claramente sorprendido, pero también emocionado por su amigo.

—¡¡¡SÍ!!! —gritó Mineta, cerrando los puños con fuerza y dando un salto de euforia—. ¡Fue el mejor día de mi vida!

Izuku, todavía procesando la situación, soltó una pequeña carcajada.

—Y pensar que después de que las chicas te expusieran como pervertido, no creí que podrías conseguir una pareja, pero mírate... ¡con cita y todo! —dijo con un tono entre bromista y genuinamente feliz por él.

Mineta, con una sonrisa de oreja a oreja, asintió con entusiasmo.

—Sí, y solo me costó... 5475 rechazos... —añadió, como si fuera una cifra insignificante.

Izuku lo miró en silencio por un momento antes de estallar en una carcajada.

—Eso... eso suena muy a ti, Mineta —rió, aún incrédulo ante la resiliencia de su compañero.

—Lo sé, ¡pero valió la pena! —replicó Mineta, orgulloso.

—¿Y cuál fue el informe de esta semana? —preguntó Izuku, cruzando los brazos con interés.

—Bueno, hubo problemas en la zona sur —respondió Mineta, adoptando un tono más serio—. Un incremento del 15% en la actividad de villanos, todos de perfil bajo, pero con potencial peligro. Fue complicado para nuestra agencia manejarlo, ya que, desde que dejamos de aceptar novatos, los equipos se redujeron drásticamente. Ahora tenemos grupos que, en algunos casos, están formados por solo un integrante...

—¿Y los destacados de la semana? —preguntó el peliverde, cambiando de tema.

—Esta vez me sorprendió Kota. Por primera vez, fue el más destacado, seguido por mí y, por supuesto, la mejor curandera de todo Japón, Eri.

Izuku asintió, relajando un poco la postura.

—Dentro de todo, no fue una mala semana. Tranquilo, estoy preparando contratos especiales con algunos de mis alumnos.

Mineta lo miró con curiosidad.

—Eso suena bien. Estuve observando mientras visitaba tu clase... Ese chico Denki tiene potencial.

IZUKU EL MAESTRO (PAUSADA TEMPORALMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora