IZUKU EL MAESTRO (PAUSADA TEMPORALMENTE)

CAPÍTULO 10: VIEJOS AMIGOS

El héroe más temido por los villanos de todo Japón, salía del estudio de grabación con la sangre hervida de ira. Eran recién las 6 de la tarde, por lo que fue directo a la U.A. para recoger a su alumna.

Llegando, vió como la pelirroja la esperaba en las puertas de la institución. Acercándose un poco, intenta llamar a la chica.

-Ki, ¿Cómo le fue en sus clases con Ibara?- preguntó ya más de buen humor, ahora vestido de civil.

-¿uh?¿Quien es... Usted?- cerrando los ojos para ver mejor de quién se trataba -espere un segundo... ¿Usted es...?¿El profesor Deku?-.

-jeje por un momento pensé que no me reconocerías- respondió aliviado.

-ahora que recuerdo...- sonriendo pícara -vaya vos tiene el símbolo de la paz eh... Nunca pensé que el gran héroe Deku usará ese vocabulario tan vulgar-

-vuelve a hablar de ese programa e intensifico el entrenamiento- señalaba enojado -no quiero recordar ese estúpido programa-.

-esta bien, de acuerdo, vamos, tenemos que ir a entrenar- justo cuando ella terminó de hablar, el héroe la tomó de la cintura y salió flotando hasta llegar a la playa.

-con el 50% deberíamos llegar en un rato- comentó a si mismo.

-oiga profesor, ¿Por qué se refiere al poder de su quirk con un porcentaje?- lo que agarró desprevenido a Izuku.

-bueno verás... el One For All me fue transmitido cuando yo tenía... entre 14 y 15 años, no lo recuerdo muy bien...- tratando de recordar -de lo que sí estoy seguro, es que lo obtuve en el mismo día en el que hice el examen de admisión, mi cuerpo no estaba acostumbrado a semejante poder así que me ví limitado a usar fracciones del poder para no lastimar mi cuerpo- aterrizando en la arena -ya llegamos, ponte a entrenar, debes convertirte en la primer heroína quirkles de la historia-.

Pasaron los minutos, Bisumasu no paraba de entrenar, seguía el siguiente ejercicio sin descansar un solo segundo, incluso cuando se trataba de llevar a Izuku a sus espaldas. Llegando muy cansada al enfrentamiento contra Izuku, en donde cayó derrotada al primer golpe.

-no dije nada durante toda la sesión, para que tu te dieras cuenta de lo que estaba haciendo mal- llamando la atención de su alumna -el músculo siempre fue sinónimo de fuerza en términos de ejercicio y demás, pero para ganar fuerza, no tienes que entrenar sin parar, el músculo necesita descansar, al igual que necesita que mejores tu respiración- pero su estudiante ya no la escuchaba, estaba inconsciente -bien... iremos a la cafetería a recuperar energías...- cargándola en brazos para posteriormente llevarla al lugar mencionado.

El hombre más fuerte de japón llevó en brazos a su alumna hasta la cafetería en donde ambos pidieron algo para comer y hubo un momento de silencio. La joven aspirante a heroína, recordó lo sucedido en el programa y una duda le surgió en ella.

-oiga profesor dek... Midoriya, hay algo que quisiera saber... ¿cuál fue el desastre que se mencionó en aquel programa?-.

-no debería de contarte, de hecho es muy clasificado, solo salió a la luz lo del derrumbe y de que algo en la misión "ejercicio de rutina" salio mal- dándole un sorbo al café -todo sucedió en el edificio más alto de Tokio, el Tokio Skytree, hubo una amenaza de bomba en el edificio, en ese momento se estaba dando el ranking de héroes, por lo que todos los top estábamos en Tokio esa noche fuimos a atender el problema- dando un sorbo más largo -yo estaba dirigiendo la operación con Earphone Jack, en ese entonces mi mano derecha, apenas conectó sus jacks para saber la localización de las bombas, cayó inconsciente- dejando un silencio incómodo -a partir de ahí...- bajando su cabeza, en señal de arrepentimiento -todo fue de peor en peor, un gran derrumbe se llevó miles de vidas de civiles y héroes, eso fue hace 12 años, un año después de haber conseguido el título del símbolo de la paz... todas esas muertes... se me acusan a mí...- dijo decaído- prometí alguna vez a mi ídolo, que salvaría a todo aquel que estuviera en mis manos, ese día no pude ni salvar a mis amigos...- apretando sus puños, mientras dejaba caer su cabeza en la mesa -¿qué clase de héroe soy si no puedo cumplir una simple promesa?-.