Izuku Midoriya, alias el héroe número 1 Deku, alias el símbolo de la paz, de 33 años preocupado de la filosofía de los nuevos héroes, decide hacerse cargo postulándose para ser Maestro en la escuela más prestigiosa de todo Japón, la U.A., escuela do...
-papá... Mamá... Papá... Mamá...- dijo mientras quedaba petrificada por la escena atroz, vio como el gigante los aplastaba una y otra vez, en una especie de bucle.
Todo estaba oscuro, solo se repetía una y otra vez hasta que gigantomachia empezó a hacerse cenizas. Unas risas desquiciadas se escuchaban por todos lados, un tipo encapuchado se acercaba hacia mi, lentamente acercó su rostro al mío para tomar mi mentón.
-eres idéntica a tus padres...- de pronto, se sacó la capucha, su rostro estaba demacrado, tenía cicatrices en su rostro, Miles de ojeras, era simplemente horrible. No tardó demasiado en mostrar su tétrica sonrisa y decir las ganas de verme que tenía.
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-me imagino que me conoces... Soy Tomura Shigaraki, o mejor dicho... Yo soy....- Expresaba con una gran sonrisa.
-¡AAAAAAH!- gritó Bisumasu al levantarse de su cama.
El grito de Bisumasu resonó en la habitación, llenando el aire con un aura de pánico y confusión. Un temblor repentino sacudió la habitación, agregando una capa adicional de tensión al ambiente ya cargado de ansiedad. Mientras tanto, los ruidos misteriosos, similares a un estruendo de tambores, parecían acercarse con cada momento que pasaba, aumentando la incertidumbre de Bisumasu.
En medio de este caos, el héroe Deku irrumpió en la habitación en su silla de ruedas, desafiante y listo para enfrentar cualquier amenaza que se interpusiera en su camino. Con una postura decidida y una mirada feroz, Deku estaba preparado para defender a Bisumasu de cualquier peligro que se presentara.
-¡¿QUE PASO?!- gritó el gran héroe Deku en silla de ruedas -te juro que si alguien entro se va a arrepentir de haber nacido -haciendo una extraña pose de batalla aún en silla de ruedas-
Bisumasu observó a Deku con una mezcla de alivio y admiración, reconfortada por la presencia del héroe a su lado en este momento de incertidumbre. Juntos, estaban listos para enfrentar lo que sea que estuviera causando el caos en su hogar, dispuestos a protegerse mutuamente contra cualquier amenaza que se les presentara.
-ah.... Con que era usted...- a lo que hizo calmar a su querido maestro -no es nada...-.
-vamos Bisumasu, acabo de escuchar un grito, estoy seguro, debes decirme que fue lo que pasó, no es fácil subir las escaleras con estás sillas- sorprendiendo a la chica.
-no es nada, solo tuve una pesadilla...- sonriendo torpemente.
-¿quieres que cuide de ti mientras duermes?-.
-¿como?-
-recuerda que tengo el sentido del peligro, incluso dormido- acercando su mano a su cabello.
-cierto... Lo había olvidado... ¿No sería mucha molestia?- preguntó apenada.
-tranquila, yo también dormiré, pero estaré atento a cualquier ruido, ¿Te parece?- haciendo que Bisumasu se tranquilice -solo recuerda que siempre te protegeré, eso hará que duermas tranquila-.
