Enji Todoroki observaba a Arau con una mezcla de preocupación y tristeza en su rostro. Había presenciado la batalla entre Arau y Baipora, y aunque no estuvo presente en el momento en que Baipora pronunció esas palabras desgarradoras, podía ver el efecto que había tenido en su nieto. Con delicadeza, acarició el cabello de Arau, sintiendo el suave tacto de sus mechones rojizos bajo sus dedos ásperos.
Arau se removió ligeramente en su sueño, como si pudiera sentir la presencia reconfortante de su abuelo. Enji le irritaba con ternura y continuó acariciando su cabello, deseando poder borrar todo el dolor y la tristeza que Arau había experimentado en ese día.
Con un suspiro, Enji se recostó ligeramente en las escaleras, manteniendo a Arau cerca de su pecho. Sabía que el camino hacia la curación sería largo y difícil, pero estaba decidido a estar allí para Arau en cada paso del camino.
En otro lado, más precisamente en las gradas, una chica bicolor regresaba con la cabeza gacha, perdida en sus pensamientos y emociones tumultuosas. Al levantar la vista, se encontró con la figura triunfante de la ganadora del festival. Un destello de amargura cruzó su rostro al verla celebrar su victoria, reflejando la frustración que sentía por su propia derrota.
Sin embargo, al mirar a su compañera de equipo, las palabras de Izuku resonaron en su mente.
-"Jovencita Baipōra, aún no es tarde para arrepentirse de sus palabras, no termina sola como este perdedor..."- resonó la voz de Izuku en su mente
-(¿Dónde estará? ¡Tengo que pedirle disculpas a mi hermano!)- pensó Baipora.
-"¿Acaso quieres defraudar a tu tío?"- esta vez, la voz que resonò en su cabeza, era la de su tio Shoto.
Baipōra se sintió atrapada en una tormenta de emociones, dividida entre el deseo de complacer a su tío y la necesidad de reconciliarse con su hermano. Sus pensamientos se enredaban en una maraña de dudas y ansiedades mientras luchaba por encontrar una solución.
-(No quiero decepcionarte... pero ¿y mi hermano? ¿Y mi familia? ¿Qué debo hacer?)- con duda pensaba la bicolor.
La presión de la elección pesaba sobre ella, mientras buscaba desesperadamente una respuesta que le proporcionara paz interior y reconciliación con su pasado.
[No lo hagan, valoren a sus hermanos y hermanas, puede que sean molestos, pero al fin y al cabo, cuando no estén, créanme que van a extrañar que ese hermano los moleste, no solo con acciones de agresión leve, también pueden ser de esos que son melosos, tarde o temprano cuando no estén con ustedes van a extrañarlos siempre pasa]les dejo este mensaje por qué hay veces en los que uno no piensa bien y empieza a hacer estupideces, por ejemplo mí hermana dice que nunca me va a extrañar (yo la abrazo mucho) por qué soy molesto, y mire me, me aleje un mes y quiere que vuelva a toda costa jaja bueno, sigamos con la historia
Los pasos retumbaban de manera rítmica en el pasillo, un corredor iluminado por la tenue luz de los fluorescentes que se reflejaba sobre el suelo pulido, creando un efecto hipnótico con cada paso. El ambiente, aunque sereno en apariencia, estaba cargado de una tensión sutil que flotaba en el aire, como una presencia latente a la espera de ser desencadenada.
Izuku avanzaba con determinación por el pasillo, ataviado con su característico traje de héroe, cada pliegue meticulosamente diseñado para brindar comodidad y movilidad en cualquier situación. Su semblante mostraba serenidad pero también una firme resolución, sus ojos irradiaban una determinación tranquila, propia de su naturaleza. A pesar de la atmósfera tensa, la temperatura en el pasillo era agradable, gracias al control climático del edificio.
El sonido de sus pasos resonaba en las paredes, marcando el avance del individuo considerado como el mayor símbolo de la paz. Izuku comprendía que debía abordar un asunto delicado, pero su determinación no menguaba. Era el momento de enfrentar la situación de frente y hallar una solución que beneficiara a todos los implicados.
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IZUKU EL MAESTRO (PAUSADA TEMPORALMENTE)
Fiksi PenggemarIzuku Midoriya, alias el héroe número 1 Deku, alias el símbolo de la paz, de 33 años preocupado de la filosofía de los nuevos héroes, decide hacerse cargo postulándose para ser Maestro en la escuela más prestigiosa de todo Japón, la U.A., escuela do...