CALEB.Después de descubrir que mi hermana pequeña había desaparecido y que todos en el pueblo en el que residí la buscaban como locos, entre en shock, no podía moverme, no podía hablar, no podía ni siquiera explicar lo que había ocurrido para entrar en ese estado en el que entre en ese instante, simplemente me levante, no mire a nadie, me dirigí a casa y le envié un mensaje a mi jefe explicándole la situación y que me ausentaría por un tiempo del trabajo sin saber cuándo volvería, que lo mantendría informado de todo y también que le enviaría los últimos informes de las ultimas personas que había encontrado o que habían resultado halladas muertas por alguna razón inexplicable o por situaciones que supuestamente eran originadas por lo que les pasaba en su vida diaria.
Esa tarde, me dirigí al gimnasio donde entrenaba a varios chicos en boxeo, necesitaba descargar el dolor que sentía, la impotencia, la ira, y esa era mi única vía de escape, lo único que me hacia sentir mejor.
Al llegar, me quite la sudadera que portaba y luego comencé a darle golpes al saco sin ni siquiera darlos de forma certera, los daba de forma desordenada, haciéndome daño en los nudillos, quemándome la piel, dañándome, mientras mil cosas se agolpaban en mi cabeza, imágenes iban y venían, aumentando aun mas mi dolor y mi rabia, haciendo que así aumentara la intensidad y el ritmo de mis golpes; Una vez sentí que mi cuerpo no podía más, deje el saco a un lado, me coloque detrás del mostrador para recibir a los chicos, no sin antes proteger mis manos con unas vendas de color blancas con unas pequeñas líneas rojas en ellas.
Justo estaba terminando de vendarme la mano cuando vi a alguien observando detrás del cristal que separaba el gimnasio de la gente que paseaba por allí en aquel centro comercial, creí ver a una chica, de estatura media aun que sabiendo que a mi lado no seria así, pero ese es otro asunto, su cabello era rubio, un rubio bastante oscuro que podía dar lugar a la confusión, pero aquellas puntas color amarillo me hacían entender que había tomado demasiado el sol en verano y que su cabello se había tornado a ese color que la verdad, era bastante bonito, desde donde estaba no era capaz de distinguir el color de sus ojos, pero los tenia rasgados, pequeños aunque lo que más destacaba de su cara eran esos labios que parecían decir "a ver si te atreves a comerme la boca, guapo" y ella lo sabía, ella era consciente de su potencial y de lo que podía causar, lo veía en su forma de observarme, en su forma de morderse el labio y en su forma de tocar su pelo enrollándolo una y otra vez en su pequeño dedo índice.
Por mi mente pasaron muchas cosas con respecto a esa chica en ese momento, como, por ejemplo; que seria capaz de hacer si la tuviese en mi cama, o en mi coche o en los vestuarios del gimnasio donde trabajaba, solo de pensarlo mi cuerpo comenzaba a reaccionar, y es que, a decir verdad, esa chica estaba buena, estaba muy buena y lo único que hacia era invitarme a meterme en una habitación con ella y no salir de la misma en horas.
En el momento en que iba a acercarme a ella y preguntarle que hacía aquí y que si necesitaba alguien, entro uno de los chicos por la puerta del gimnasio haciendo perder cualquier oportunidad posible con ese ángel.
—¿Qué tal, tío?— me pregunto Nils tendiéndome la mano para que se la apretase a modo de saludo.
—Bien, preparando la clase de hoy.— respondí tendiéndole mi mano sin apenas mirarlo por que mis ojos solo estaban puestos en una persona.
—No nos machaques mucho hoy, no seas cabrón.— soltó sonriendo de lado.
—Tu no sabes lo que es ser cabrón, Nils, pero cuando quieras te doy unas clasecillas — le dije a modo de broma soltando una sonora carcajada.
En ese momento la chica a la que observaba se giro para mirar directamente donde Nils y yo nos encontrábamos, por supuesto esto lo sabia porque yo no había dejado de observarla desde que llego y se pegó al cristal, le mantuve la mirada unos segundos siendo ella la encargada de destrozar esa conexión que sentí, sin motivo, no sabia porque, no sabía ni siquiera lo que había sentido, solo sabía que quería seguir mirándola, mirándola por horas y venerándola, venerando esa puta belleza que me traía loco desde hace veinte largos minutos.
Poco a poco fueron llegando mis alumnos, dejándome sin la oportunidad de poder charlar con ella, al ver que estábamos todos, comencé a entrenar y ella no se despego ni un segundo de aquel cristal, estuvo una hora y media mirando, observando mis movimientos y también los de mis alumnos, parecía interesada en el tema, parecía que el deporte le gustaba, no tenia claro si precisamente este deporte, pero lo que si tenia claro es que el deporte le gustaba y por lo menos era un paso para poder charlar con ella de algo.
Cuando finalice la clase, aun sudando y pasando una toalla por mi frente y mi cuello, decidí salir para por fin entablar una conversación ella y preguntarle si le había gustado mi clase y si no era así que era lo que, hacia allí durante una hora y media, retrocedió un par de pasos al percatarse de que ahora no había ningún cristal que se interpusiera entre nosotros, la mire a los ojos, no decían nada, ni sus ojos ni ella, entonces hable.
—Hola, ¿necesitas algo? ¿Te has perdido? ¿Necesitas un teléfono?— pregunte y entonces me di cuenta de que había sido idiota, si se hubiese perdido me habría pedido ayuda antes y no se habría quedado mirando por el cristal.
—No, yo... yo...— comenzó a titubear, algo que me pareció gracioso y tierno a la vez, sacándome una pequeña sonrisa sin llegar a mostrar mis dientes.
—Tranquila, no muerdo.— deje caer a modo de broma.
—Lo siento yo...— volvió a titubear —Solo me has recordado a alguien que conocí en el pasado, lo siento.- su cara comenzó a tornarse de un color rojizo y cuando menos me lo espere, se giró y salió corriendo dejándome con la palabra en la boca, junto con mil pensamientos que me hacían sentir lo suficientemente confundido como para querer volver a verla.
¿Quién eres, pequeño ángel? ¿Quién eres?

ESTÁS LEYENDO
Secretos Oscuros. (PAUSADA)
Любовные романы⚠️ Advertencia: Contenido adulto. Mi vida no había sido nada fácil, y mucho menos cuando tuve que huir de casa sin ningún tipo de pertenecías, dejando atrás mis recuerdos, la única familia que pensaba tener, y lo más importante para mi, aquellos tr...