Tarde.

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Dedicado a : inspired_girl2021  

ALEX.

A la mañana siguiente me quede dormida, olvidé por completo poner la alarma, eso hizo que mi cuerpo se estremeciese pues me ganaría una buena reprimenda por ello, sin pensar me puse lo primero que vi en el armario, era horrible y yo también estaba horrible, tenía el pelo enmarañado, los ojos hinchados y me dolía cada hueso y músculo de mi cuerpo, al levantarme para vestirme lo sentí y me acordé de Caleb por varios minutos.

Cuando baje al comedor para desayunar, me gané una reprimenda y un nuevo golpe en la mejilla izquierda por parte de mi padre, ya estaba acostumbrada, por que era algo que pasaba habitualmente, eso me cerró el estómago así que decidí no desayunar y ponerme manos a la obra con lo que me habían ordenado.
Debía limpiar la casa, también cocinar y hacer la compra, probablemente eso me iba a llevar unas horas y llegaría tarde al entrenamiento con Caleb, maldije en mis adentros pero a pesar de la rabia comencé a hacer todo lo que debía.

Terminé de limpiar todo y ordenar miré el reloj, habían pasado dos horas, me apresuré y sin ni siquiera cambiarme me dispuse a ir al supermercado más cercano a casa, para ello, con el móvil active la ubicación, me dirigí hacia el lugar, compré todo lo que necesitaba para la comida y la cena rápidamente, pues si llegaba tarde a casa no iba a poder llegar al entrenamiento, deje la comida hecha para el almuerzo, miré la hora y me di cuenta de que llegaba tarde, subí a mi habitación, me puse la ropa de entrenamiento, una camiseta negra y unos leggins del mismo tono, corrí escalera abajo por las cuáles casi me caigo, y me fui dando un leve portazo.

Cuando puse un pie en el acerado volví a correr como alma que lleva al diablo pues llegaba tarde, muy tarde al entrenamiento con Caleb, corría tan deprisa de forma tan distraída que ni siquiera me di cuenta cuando un coche golpeó contra mi cuerpo, rodé varias veces por la carretera, quemándome la piel y cuando me quise dar cuenta, todo se volvió de un color oscuro, ennegrecido.

Ni siquiera fui consciente del tiempo que pasó, pero cuando logré abrir los ojos aún sintiéndolos demasiado pesados, me encontré en una habitación desconocida, blanca y con un maldito "bip" colándose en mi cabeza de forma arrolladora, cuando quise incorporarme no pude hacerlo, pues mil cables se encontraban en mi cuerpo también un tubo con un líquido transparente pasando por mis venas, antes de que pudiera pensar algo más, una voz desconocida irrumpió en mis pensamientos.

—Por fin despertaste.— logré escuchar.

—¿Que fue lo que me sucedió?— pregunté dejando ver a través de mi voz mi confusión.

—Creo que eso debe contártelo un médico y no yo.— finalizó para luego atravesar la puerta y desaparecer sin mirar atrás.

Eso hizo que mis sentidos se alertaran y que casi de forma involuntaria mi cuerpo se tensara como si de una piedra se tratase, se podría decir que era una especie de estatua, incluso por el color blanquecino de mi piel, si no fuese por que respiraba y mi pecho subía y bajaba demostrando que estaba viva.
Cerré los ojos y traté que mis músculos se relajaran, pues al tensarme tan repentinamente sentí un dolor punzante atravesándome hasta el maldito tuétano, sin pretenderlo, terminé cayendo en un estado de semi inconsciencia.

Cuando volví a abrir los ojos, encontré frente a mi unos ojos característicos, pues ninguno portaba el mismo color, me observaba, sus labios se encontraban apretados formando una fina línea, haciendo que su mandíbula quedase marcada y que las venas de su cuello sé hinchasen, en ese momento me di cuenta de que tenía un hermoso águila oscuro dibujado en su cuello, de repente unas ganas de acariciarlo con las yemas de mis dedos me invadieron, al igual que pasar la punta de la lengua por el lugar para delinear ese hermoso águila que adornaba gran parte de su cuello y detrás de su oreja.
No pude deleitarme con esa imagen ni un segundo más, pues sus labios se separaron para decir algo y tuve que prestarle atención si no quería que me hiciese sonrojar en el hospital y en ese estado tan deplorable en el que me encontraba.

Secretos Oscuros. (PAUSADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora