Investigación.

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CALEB.

Todos los días después de investigar en mi trabajo sobre lo que pudo suceder con mi hermana, también me dedicaba a hacerlo en mi casa, fuese a la hora que fuese, necesitaba saber que había ocurrido, que la había hecho emprender esa huida, encontrarla, hablar con ella.
El caso se veía a través de todos los medios de comunicación que existían, también se escuchaba por la radio, escribían en los periódicos, era un puto caos.
Trabajé día y noche para encontrarla mientras lo compaginaba con el gimnasio, no era algo que me supusiese demasiado, además la mayoría de veces, iba más por distracción que por trabajo, y desde que esa chica se dedicaba a mirarme, tenía más ganas de ir por curiosidad.

Ese día fue bastante lluvioso, incluso se podían ver algunos rayos en el cielo iluminándolo todo y se podía escuchar el ruido que estos emitían, me encantaban estos días, podría parecer de locos, pero era feliz cuando la lluvia me calaba hasta los huesos, sentía que se me limpiaba el alma, me sentía libre y sentía que el dolor no era tan persistente.

Abrí el balcón de mi apartamento, estiré el brazo y dejé que la lluvia me mojara esa parte de mi anatomía, olía a tierra mojada, y desde mi perspectiva podía ver la forma en la que las gotas se dispersaban hasta llegar al suelo, parecían frágiles, pero si estabas un rato bajo la lluvia podía incluso llegar a dolerte todo el cuerpo a causa del goteo constante que cae sobre la piel, incluso si no fuese ilegal y me pudieran poner una multa por escándalo público iría completamente desnudo para poder sentir esas gotas caer por mi cuerpo, verlas resbalar y perderse en cualquier lugar, bajo mi piel o incluso en el suelo.

Me encontraba sumido en mis pensamientos mientras veía las gotas resbalar por el cristal cuando escuché mi teléfono móvil sonar, lo alcancé con la mano que no tenía mojada a causa de la lluvia y leí en la pantalla el nombre de Nils, eran las diez de la noche, me parecía bastante extraño que él me llamará a esas horas de la noche, pues sabía que si no estaba en cualquier antro, bar o fiesta estaba liado con la investigación del caso de mi propia familia, decidí cogerlo, no emití palabra, simplemente dejé que él me hablará.

—¿Recuerdas a la chica del gimnasio?— escuche la voz de Nils más bajo de lo normal al otro lado.
—Si, la recuerdo, como para no hacerlo, se dedica a observarme durante horas, ¿qué pasa con ella?— pregunté.
—Está en mi casa, sentada en el sofá, aún que creo que se ha dormido por que hace un rato que no habla ni dice nada.— dijo sin rodeos, él sabía que a mi esas cosas no me gustaban.
—¿Que haces con ella en tu casa, idiota?— froté mi cara con la mano que tenía libre, y luego me agarre con mis dedos el pelo.
—Se perdió, la ayude, pero me dijo que no recordaba dónde vivía, que era nueva en la cuidad, y tampoco tenía batería en el teléfono ¿que mierdas querías que hiciera Caleb?— subió el tono de voz.
—Es una niña Nils, ni se te ocurra tocarla.— dije bastante molesto.
—No pienso hacerlo, ¿por quien me tomas?— pregunto incrédulo.
—Estoy allí en cinco minutos, ni se te ocurra hacer ninguna gilipollez.- después de decirle eso, colgué el teléfono.

Me apresuré a vestirme con una camiseta y cazadora de cuero negra, pantalón del mismo color y unas botas, busque las llaves de mi coche y cuando las tuve en mi poder las guardé en mi bolsillo trasero del pantalón, cerré las ventanas y la puerta de mi apartamento antes de irme, me dirigí al garaje comunitario y una vez allí mi precioso Seat "Cupra Formentor" de un gris oscuro se hallaba aparcado en uno de aquellos huecos que no deberían existir por que era un puto reto poder aparcarlo sin arañarlo ni un poquito.
Introduje las llaves en el contacto, y una vez arrancado salí de allí como alma que lleva al diablo para buscar a esa chica que estaba un poco loca y que también haría que yo finalmente perdiese la puta cabeza, aun que lo que yo no sabía es que finalmente por quien perdería la cabeza sería por ella.

Secretos Oscuros. (PAUSADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora