ALEX.
La mañana siguiente a aquella conversación con Caleb y esa promesa en el aire desperté desorientada debido a unas pesadillas que me estremecieron hasta los huesos, intentando dejar eso de lado, me senté en la cama apoyando la espalda contra el cabecero y alargué el brazo para poder agarrar el teléfono móvil de mi mesilla de noche.
Cuando lo encendí, vi un mensaje de Jayden, mi hermano mayor, tenía veinticinco años, era moreno, de ojos azules y con un cuerpo bastante atlético, pues es jugador de fútbol de la sub de The Yanks en Estados Unidos, es por eso que él no estaba ahora con nosotros para mi mala suerte.Jay ❤️👩🏼🤝👨🏻
Hola, enana. ¿Como lo llevas? Espero que te lo estés pasando genial, un abrazo de oso gigante. 🙏🏻🖤Alex 😇
Conocí sitios muy bonitos, también me empecé a interesar por un deporte, ¿y a ti? ¿Como te va con la temporada? ❤️Jay ❤️👩🏼🤝👨🏻
Estoy bien, ya sabes, liado como siempre. Ojalá hubiese podido estar allí contigo y disfrutar de esos sitios tan bonitos que me dices, ¿un deporte? ¿A ti? Que rarooo... Anda, mejor cuéntame que hay detrás de ese deporte. 😏Alex 😇
¡Jayden! Siempre estás pensando igual, maldito asqueroso. ¿No me puede gustar un deporte por mi misma?Jay ❤️👩🏼🤝👨🏻
Teniendo en cuenta que odias el deporte, dudo que a ti te guste algo así sin nada o nadie que esté de por medio, venga, no te hagas de rogar y cuéntame quien te tiene tan mal que te ha convencido para hacer algo de deporte.Después de recibir ese mensaje, decidí hablar con él hasta que me fijé en la hora que era, me despedí, y comencé a vestirme para empezar el día, me puse una camiseta pegada al cuerpo color nude, una falda más suelta de color negro y unas zapatillas converse blancas, agarre mi pelo con un coletero negro y dejé dos mechones del mismo colgando delante de mis orejas, me coloqué mi colgante en forma de bola del mundo, mi par de anillos en la mano derecha y guarde mi teléfono en la parte trasera de la cinturilla de mi falda.
Al entrar en la cocina me fijé en que mis padres no se encontraban en casa y respiré profundo para calmar mi alocado corazón que por un día, iba a tener la calma que necesitaba, desayune, volví a mirar la hora en el reloj de pared que estaba justo encima de mi cabeza por lo que tuve que girarme, recogí todo rápidamente, me metí las llaves en una pequeña mochila negra, también mi cartera con dinero y mi teléfono móvil en la cinturilla de mi falda, comprobé que de ahí no podía caerse y salí de casa cerrando la puerta tras de mi.
Camine por las calles de Madrid que estaba abarrotadas de personas caminando por allí, me fijé en las tiendas, en los monumentos, en el cielo soleado y sin ninguna nube que estaba sobre mi, de repente mientras caminaba vi un cartel en el que podía leerse "Academia de Artes Gráficas y Visuales El Mar de Bering", me fijé en los caballetes, también en los lienzos que tenían trazos asomados en aquel ventanal que llegaba hasta el suelo, me fijé sobre todo en uno que me llamo la atención, era una especie de atardecer perdiéndose entre las olas del mar, parecía tan real que incluso podía escuchar el sonido del mar si me quedaba mirándolo un rato más, me fijé en un pequeño banner que estaba pegado en el cristal que decía: "Para interesarse por las clases de pintura y carboncillo, preguntar en el interior", de forma decidida me apresuré a entrar en aquel lugar.
Empuje la puerta y el tintineó de una campana me recibió, luego pude ver a una señora mayor de unos sesenta años, delgada, con algunas arrugas en su rostro, el pelo corto y de un color blanquecino que me hacía verla adorable, en su rostro se podía observar una sonrisa sin mostrar los dientes, cálida, sus ojos eran de un color avellana precioso, parecían los ojos de un pequeño felino.

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Secretos Oscuros. (PAUSADA)
Romance⚠️ Advertencia: Contenido adulto. Mi vida no había sido nada fácil, y mucho menos cuando tuve que huir de casa sin ningún tipo de pertenecías, dejando atrás mis recuerdos, la única familia que pensaba tener, y lo más importante para mi, aquellos tr...