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Eirian no podía ni pestañear, no fue hasta que el elevador comenzó a transformarse en una esfera con ellos dentro, que salió de su transe.

Incluso, se había formado una clase de sofá.

—Siéntate —pidió Marcos, mientras tanto, él como Adrián, se sentaban en dicho sofá.

—Estoy bien —anunció Eirian, mientras perdía su mirada de nuevo en el paisaje. No quería perderse nada de aquel nuevo espacio.

Poco a poco, la esfera comenzó a introducirse en el enorme domo.

Una luz cegadora hizo que Eirian se tapara los ojos por unos segundos, pero al abrirlos, se encontró con un enorme estadio, lleno de jugadores de los cuatro colores, que al igual que ellos, se ubicaban en esferas flotando en el aire, bocinas en forma de cubos que flotaban entre brillos y se ubicaban en cada esquina del estadio, enormes pantallas que mostraban imágenes de una banda tocando música pop.

Y en el centro había una clase de bosque, donde, en cuatro puntos de los extremos, se ubicaba una figura y un grupo de robots haciendo preparativos.

—Wow. —A esas alturas, Eirian ya parecía un niño pequeño entrando a un parque de diversiones.

—¿Seguro que estamos en el torneo correcto? —Adrián le preguntó a Alex.

—¿Hay más torneos? —preguntó Eirian, todavía más impresionado.

—¿Por quién me tomas, Adrián? Puse el código correcto...

Alex y Adrián ignoraron a Eirian por completo, aunque, Marcos no tardaría en contestarle.

—Hay miles y miles de jugadores, Eirian. Está claro que no es el único torneo. Si gustas, puedes teclear un código de cuatro números —comentó Vidal, mientras señalaba unos botones que se ubicaban al otro extremo de sofá—. Te cambiara a otro torneo. Pero el torneo de Daniel es este... —recalcó.

Eirian asintió con la cabeza.

—¿Puedo saber más o menos de que va el juego? —preguntó.

Marcos sonrió, se levantó del sofá y se dirigió a Eirian como un padre a punto de darle una lección de vida a su hijo.

—Ese bosque es el campo de batalla... —Señaló Marcos, mientras tomaba a su amigo del hombro y ambos se inclinaban más hacia el cristal—. Ahí se enfrentaran los cuatro equipos.

Eirian logró percibir que, en las orillas del bosque, los jugadores que iban a enfrentarse se reunían con unos robots para finalizar los preparativos.

Un holograma femenino aparecía entre los jugadores para ponerle a uno de ellos algo en el cuello.

—A cada líder de equipo se le brinda un collar con un cubo de su color y símbolo. Es como la representación de su sede. El equipo que obtenga los tres cubos enemigos, será el ganador—resaltó Marcos.

De pronto, en medio del campo de batalla, apareció una plataforma amplia y circular, y en la cual, estaban pintadas las cuatro figuras representativas.

Los jugadores, líderes de cada equipo y portadores del collar, se tele transportaron de forma automática a dicha plataforma.

—¡Miren! —exclamó Marcos, mientras señalaba a uno de los jugadores, dejando de lado la explicación que le estaba dando a Eirian—. Es la belleza de Rachi.

Los amigos voltearon hacia la dirección señalada.

Rachi, una chica de cabellos dorados y ojos color miel, posaba elegantemente en su figura, el triángulo invertido; El color verde de su traje resaltaba su piel pálida, sin mencionar que se ajustaba perfectamente a su figura corporal de reloj de arena.

OAXO "¿TE ATREVES A JUGARLO?" [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora