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Hola, mis jugadores. Es tiempo de una canción para poner la lectura en ambiente ;D. Aquí les va el Soundtrack de Franco. 


Declan no tardó en empujar a sus compañeros para correr en dirección contraria

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Declan no tardó en empujar a sus compañeros para correr en dirección contraria

—¡Corran, corran!

La horda de Luxin era enorme, al verla, no daba esperanza alguna de que fueran a sobrevivir.

—¡¿Qué son esas cosas?! —preguntó Franco.

—¡Son bestias eléctricas! ¡Les llamamos Luxin! —aclaró Declan, mientras seguían corriendo—, ¡Criaturas muy fuertes, casi la mayoría de nuestros ataques deben de ser considerablemente potentes para poder acabar con ellos!

—Los jugadores que cuentan con poder de la electricidad son más propensos a sobrevivir, y es que al encontrarse con una materia similar a su ser, les es difícil atacar —dijo Jade.

—Si nos alcanzan, estamos muertos —agregó Declan.

Jade frenó de golpe, y sus compañeros no tardaron en hacer lo mismo.

—¡Ya no hay salida! —exclamó el gemelo, al ver el enorme muro frente a ellos.

Declan alzó su hacha al cielo.

—Háganse a un lado.

Su arma se agrandó considerablemente y empezó a hacer un orificio en el muro, abriéndose paso.

—¡Rápido! —exclamó Declan, casi al momento que iba ser atacado por un grupo de Luxin.

—¡Floyd, Franco, ustedes primero! —ordenó Jade, mientras cubría, como podía, a Declan, conteniendo a los Luxin que se acercaban, haciendo uso, incluso, de su escudo básico.

—¡Tomen esto!

Declan dejó caer el filo de su hacha al suelo agrietándolo y haciendo un agujero algo grande.

Los Luxin cayeron en dicho hoyo, pero este se llenó tan rápido de esas bestias que...

—Mierda... —soltó Jade, al ver el hoyo ya lleno, tanto que, Inmediatamente, los demás Luxin usaron a las demás creaturas como puente para poder llegar a los jugadores.

Jade invocó una lluvia de lanzas, haciendo más tiempo.

—¡Entra! —Franco comenzó a empujar a Floyd dentro de la apertura que había hecho Declan, pero al momento que ambos quisieron cruzar Floyd retrocedió de golpe, mientras soltaba unos cuantos alaridos de dolor.

—¿Qué pasó? —preguntó Franco, al ver que el chico se tocaba la mano. Miró hacia el muro, se estaba regenerando bastante rápido.

»Oh... no.

OAXO "¿TE ATREVES A JUGARLO?" [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora