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A través de la pantalla podrían decir que era alguien noble; Sus parpados caídos, su mueca en el rostro, posaba suavemente su mano en la de la mujer, mientras le miraba con cierta ternura.

Néstor nunca había tenido hijos. Al igual que Franco, el dedicó su vida entera a la realidad virtual y a los videojuegos, pero...el amor por Samanta era compartido por los tres grandes creadores de Luder, tal vez si ella hubiera puesto la mirada en Néstor o en Franco, sin duda, hubieran tenido familia.

Samanta era una mujer muy alegre. En los tiempos de antaño, solía correr de aquí para allá con papeles en mano, reía, platicaba. Se veía atraída por la creación de videojuegos. Era muy simpática.

La chica había llegado a la compañía NFP GAMES debido a los convenios que tenían con su universidad. Ayudaba a Pablo con sus actividades, bromeaba con Néstor y trataba de simpatizar con Franco. Poco a poco, la chica se hizo un espacio en el corazón de los tres amigos.

Néstor contaba con un enorme carisma, capaz de cautivar a quien fuera con su manera de hablar y proyectar sus ideas a través de las palabras. Era un genio en lo social y sin mencionar en la programación, solo siendo superado por el mismísimo Franco, quien siempre había sido alguien reservado y callado, no solía mostrar emociones, pero era y seguía siendo fácil de irritar, cosa que a Samanta le divertía. Las travesuras de la chica hicieron surgir matices que muchos desconocían en Franco. Sin embargo, la chica quedó cautivada por Pablo, alguien alegre, simpático y amable, no contaba con la gran inteligencia de su amigo y hermano, pero su empatía y amabilidad lo destacaban considerablemente.

Todos aquellos recuerdos, aquellos rumores del cuadro amoroso que se había formado, llegaron a la mente de Nicolás. Al igual que los recuerdos de aquella noche:

Llovía con mucha fuerza.

Nicolás estudiaba para su examen de especialidad, mientras escuchaba su música country de fondo; Eran aproximadamente las tres de la mañana, no había dormido en semanas y solo se mantenía gracias al santo café, cuando alguien tocó a la puerta.

Era Franco.

Nicolás, quien había susurrado por debajo unos cuantos insultos antes de abrir la puerta, se percató de la deplorable imagen de Rojas. Su saco, su sombrero, estaban totalmente empapados, llenos de lodo, al igual que su cabello. Tenía la mirada baja y trataba de no mirar al rubio a la cara.

Nicolás abrió los ojos con sorpresa y lo introdujo a su humilde casa, buscó mirarle directamente el rostro, pero Franco se resistía, por lo que, Nicolás, casi usando la violencia, logró verlo directamente. Se quedó horrorizado, Franco estaba completamente golpeado, y naturalmente, Nicolás pensó lo peor.

—¡¿Te asaltaron?!

Franco negó con la cabeza.

Nicolás frunció el ceño, ¿Entonces que le había pasado? Franco era un mamon, sí, pero no era un «busca pleitos».

Franco apartó las manos de Nicolás con brusquedad y agachó nuevamente la cabeza.

El rubio inmediatamente se fue por el botiquín de primeros auxilios para ayudarle a sanar sus heridas. Y aunque, pensó que Franco le contaría lo que había pasado una vez que se encontrara mejor...no pasó nada, no dijo palabra alguna. Parecía perdido en sus propios pensamientos.

Esa noche, Franco durmió en la casa de Nicolás y al día siguiente, a primera hora, se fue sin que Nicolás se diera cuenta.

Se volvieron a encontrar en la oficina, pero Franco actuaba como si no hubiera pasado nada, y aunque, fue invadido de preguntas respecto a sus notables heridas, este les evitaba las explicaciones.

OAXO "¿TE ATREVES A JUGARLO?" [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora