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Vaya que el mundo es pequeño, bastante.

Los ojos de Eirian no dejaban de posar en Luna, la jugadora de los azules, la chica que antes quería ponerlo en agua ardiendo estaba frente a él y le acababa de salvar la vida.

—Vamos, levántate —pidió Luna, mientras hacía desaparecer su espada.

—¿Qué? —Eirian seguía ido.

—¿Estas sordo? Arriba.

Luna se acercó y lo comenzó a levantar entre forcejeos.

—¡¿Cómo es que llegaste...?! —Eirian se deshizo del agarre, una vez estando de pie, mirando a Luna como a una total desconocida—, ¿...aquí? —Suavizó su voz al ver el portal casi a punto de cerrarse.

—Tu cooperaste, ¿no? —Luna le miró con obviedad, mientras señalaba el portal.

De pronto, un grito desgarrador sonó detrás de ellos, poniéndolos en alerta. Luna no quería perder más el tiempo charlando.

»¡Vamos, date prisa antes de que se cierre por completo!

Luna corrió en dirección al portal, y Eirian, aunque quería alcanzarla, su dolor no le permitía la rapidez necesaria para poder llegar a tiempo, pero de nuevo, la sorpresa llegó a él cuando Luna se regresó a ayudarle para entrar al portal.

Ambos chicos cruzaron, encontrándose ya en un estrecho camino despejado.

Eirian se dejó caer al suelo.

Luna le miraba en silencio.

—¿Acaso, piensas quedarte así todo el evento? De haber sabido, mejor debí de haberte cortado la cabeza —comentó la pelinegra, mientras se cruzaba de brazos.

—¿Por qué? —Eirian le miró con cansancio.

—¿Por qué, qué? —La chica alzó al ceja.

—Si tenías la opción de matarme, ¿por qué no lo hiciste? No dijeron que odiaban a los rojos y que...

—No pienses que lo hice por buena gente, Princesa.

—¿Disculpa? ¿Princesa?

Luna sonrió con burla.

—Sí, princesa. Siempre cuentas con un príncipe guerrero que te protegerá al último momento, ¿cierto? Primero el VIP de aquella vez, ese chico del helicóptero y después yo. Bueno, yo soy ahora tu guerrera. ¿No estás lastimada?

Luna ladeó la cabeza.

—¿Chico del helicóptero? —Eirian le miró con confusión, aunque recordó aquel evento donde Alex le salvó—. Oh. Tus gemelos te informaron.

—Vaya, a pesar de ser muy débil, se nota que usas el cerebro, por eso sigues vivo.

Eirian le miró con aburrimiento. ¿Qué planeaba esa chica con tenerlo en esas condiciones? ¿Salvarlo? ¿Por qué? No dejaba de pensar. Pero no fue hasta que analizó su entorno que pudo concluir una cosa: Luna estaba sola, se había separado del equipo, porque, de estar en otra situación, posiblemente ya le hubiese matado sin compasión o bien, el mismísimo Jade se hubiera ofrecido a torturarlo.

—Estás sola. Te separaste de tu equipo, ¿cierto? —preguntó, tratando de imitar el mismo tono sarcástico de la chica.

—Vaya, demasiado prodigio.

Eirian se mordió los labios al ver que no se podía hacer flaquear a Luna.

—En ese caso, si me consideras una princesa en apuros ¿Por qué mejor no dejaste vivo al lila? Soy demasiado «débil» para una jugadora tan buena como tú, bueno, lo de buena queda en duda, ya que han barrido el suelo contigo de una forma tan patética ¿pero qué más da? —comentó Eirian con una sonrisa traviesa en su rostro. Sabía con certeza que lo dicho le había dolido a la pelinegra.

OAXO "¿TE ATREVES A JUGARLO?" [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora