20

24 4 18
                                    

Pese al caldo de pescado y las comidas de mal sazón por parte de Franco, de los exámenes casi reprobados, Eirian estaba contento, al fin se había reconciliado con Alex, sí, muchos hablaban a sus espaldas, pero Eirian no era el tipo de persona que le importaba lo que le dijera la demás gente, no por nada tenía fama de ser alguien testarudo.

Fue una semana algo pesada, no solo por las exposiciones para fin de unidad, los exámenes y las presiones de los profesores, sino que también, se vio acorralado por los seguidores de Daniel; no dejaban de hostigarlo, cuestionarlo, con decir que hasta lo llegaron a encerrar en el baño, aproximadamente tres veces. Era como estar en drama adolecente. Por suerte, esas mismas tres veces Ibrahim intervenía, aunque, por la mirada que le dedicaba a Eirian, era más que claro que no estaba del todo contento. Eirian trató de explicarle muchas veces, sin embargo, Ibrahim mantuvo su distancia.

Lucas se enteró de la reconciliación entre sus dos amigos y se puso muy contento, aunque Eirian tuvo que inventar una conmoverá historia de disculpa y redención entre Alex y él. Poco después, Adrián y Alex se integrarían al grupo

Pero la presencia de Lucas en sus conversaciones, aunque fuesen las más triviales, comenzaba a incomodarlos, y no por el hecho de que ya no lo quisieran. Se sentía pesado el ambiente cuando él estaba, pues no faltaba un momento donde a Adrián se le saliera hablar de OAXO, las indirectas casi directas de Marcos, Alex sintiéndose incomodo ante las mentiras...pero no eran los únicos, Lucas también sentía vibras extrañas entre ellos.

Eirian dejó caer su mochila en el pupitre y se acercó al lugar de Alex, ubicado casi en los pupitres de adelante.

—¿Qué haces?

Preguntó Eirian al ver a Oflaz muy concentrando, escribiendo algo, o no precisamente escribiendo, pues al estar ya más de cerca, se percató de que Alex estaba remarcando un periódico, para ser más exactos, en la sección de empleos. Frunció el ceño.

Aunque en ese entonces la tecnología abundaba y la información en papel casi era nula, todavía había gente que seguía adquiriendo información de esa manera, en papel

—Nada importante... —contestó Alex, con sequedad, sin dirigirle la mirada a su amigo.

—¿En serio? —Eirian alzó las cejas.

Alex también había estado actuando raro en los últimos días mostraba un comportamiento mucho más serio de lo normal, no quería jugar OAXO, se veía estresado y abrumado, se excluía constantemente, no parecía el Alex que conocían.

—Alex... —Eirian buscaba captar la atención del castaño, que perdía su mirada en las letras entintadas—... ¿Todo bien?

Alex dejó el marca textos, se posicionó firmemente en el pupitre y perdió su mirada en un punto desconocido. Eirian presintió que se había molestado, pues sus labios se apretaron con fuerza. Pasaron varios segundos antes de que Alex pudiera hablar.

—Mi padre perdió el trabajo... —confesó.

—Oh. —Eirian entre abrió los labios—...Yo...

Eirian desvió la mirada sin saber que decir...

—Lo corrieron, no lo indemnizaron, no lo liquidaron... —La voz de Alex era cortada y su mirada se oscurecía.

—Pero eso es ley... —dijo Eirian casi en un susurró, temeroso por la tensión que Alex comenzaba poner en su cuerpo.

—¡¿Crees que les importa?! —Alex se levantó con fuerza de su lugar, con los ojos muy grandes, llenos de coraje, mirando a Eirian como si fuese una clase de enemigo.

—Alex... ¿Qué te pasa?

Eirian retrocedió.

Alex cerró los ojos por un momento, se relamió los labios y llevó su mano a la frente.

OAXO "¿TE ATREVES A JUGARLO?" [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora