Capítulo 15Una hora después, JungKook salía del hospital. Fractura de muñeca. Una semana con la férula. Mientras leía las dos facturas, se repetía que no debía haberse dejado llevar por la violencia y menos aún si jamás había hecho uso de ella en sus veintiocho años de vida. Un mal puñetazo le había causado muchos más problemas a él que al susodicho.
—Eres un imbécil. Espero que pagues la factura.
—Descuida, tengo dinero suficiente como para hacerlo.
—Incluso si no lo tuvieras, también te haría pagar.
JungKook levantó la mirada de los papeles y tomó entre sus dedos el cigarro que sujetaba con los labios. Le expulsó el humo a DongWoo en la cara, haciendo que este tosiera y abanicara su rostro con molestia.
Fumar como un poseso le resultaba mucho más relajante que irse a casa y descansar al fin. Porque estaba claro que descansar estaba tan alejado de sus planes como Plutón lo estaba del Sol. No tenía gominolas encima como para sustituir un vicio por otro y tampoco le apetecía gastarse más dinero esta noche.
El ojo del dentista, amoratado e hinchado, limitaba su visión a una simple línea. La piel le brillaba por la pomada y tenía una bolsa de gel refrigerante insensibilizando y calmando la zona golpeada, cortesía de una amable enfermera.
Estaban sentados en uno de los bancos de piedra del parque más cercano al hospital. Si prestabas un poco más de atención, podías escuchar de vez en cuando las sirenas de las ambulancias que llegaban a Urgencias. En general, era un lugar bastante tranquilo. Si tampoco le prestabas demasiada atención a ese grupo de adolescentes que fumaban en el otro lado del parque.
—Te lo merecías —respondió el pequeño, dándole la última calada al tabaco y arrojando la colilla al suelo.
La aplastó con la suela del zapato y después la recogió para tirarla más tarde a la basura. Conciencia social, quería llamarlo. Apoyo medioambiental también.
—Debería darte igual si me voy a divorciar de SaeRin o no.
JungKook se rio con amargura. Estaba estresado, soñoliento y aún le cabía un poco de enfado dentro de él.
—Me alegro de que os vayáis a divorciar —afirmó él—. Lo que me saca de quicio es que le hayas puesto los cuernos con su mejor amiga. Se te debería caer la cara de vergüenza.
DongWoo no contestó de inmediato. Las palabras de JungKook no le habían sentado nada bien.
—¿Y tú qué sabrás? —escupió—. No tienes ni la más remota idea de cómo estaban las cosas en nuestro matrimonio. SaeRin y yo estábamos teniendo un par de meses malísimos, nunca estábamos juntos y cuando lo hacíamos, no dejábamos de discutir.
—Van mal las cosas desde hace dos meses pero tú la engañas desde hace siete. Lógico.
DongWoo chasqueó la lengua.
—Me niego a darte ningún tipo de explicación. No sé quién te crees que eres.
—Su jefe.
—Ya, claro.
—¿No puedo preocuparme por mis empleados?
—Tu concepto de eso es preocuparte solo por SaeRin. Te tengo calado.
—Si te molesta que siempre le haya prestado más atención a tu mujer que tú como su esposo, entonces aguántate o jódete.
Era la primera vez que DongWoo tenía una conversación con el jefe de SaeRin que fueran más de dos palabras, y la verdad es que se lo había imaginado mucho peor. Sin contar, claro, el puñetazo, las amenazas y tener que salir del apartamento hacia el hospital antes de que SooYoung se despertara de su profundo sueño.
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Kissing Moon » Jungkook
Fanfiction❝Han pasado ocho años y yo no he dejado de quererte ni un segundo❞ JungKook es un hombre que lo tiene todo. Es exitoso, atractivo y muy trabajador. Sin embargo, nunca se ha podido enamorar. Eso es algo que lleva atormentándole desde hace ocho años...