Capítulo 5
Era algo maleducado ponerse extremadamente feliz en el momento en el que SaeRin estaba llorando a mares. De haber estado solo, JungKook ya se habría puesto a saltar de alegría. Habría celebrado como quien ve a su equipo de fútbol ganar la final de la liga. Sin embargo, mantuvo un poco la compostura. Porque debía, no porque quería. Había que ser todo un caballero en momentos de necesidad y, al mismo tiempo, le apenaba un poco la chica que tenía frente a él.
¿De verdad SaeRin iba a divorciarse? ¿Iba a dejar a ese dentista después de cinco años que le habían parecido eternos? No le parecía lógico. Era un suceso que iba más allá de lo que podría haber imaginado nunca, de lo que abarcaba su entendimiento. No había presenciado jamás un amor tan intenso y tan real como el que SaeRin le había otorgado a ese hombre. Un divorcio parecía increíble. Utópico. Más lo era una infidelidad.
Pero estaba claro que para SaeRin, DongWoo era el amor de su vida. Lo fue durante cinco años y lo seguía siendo. No se podía apagar el amor como quien apaga el interruptor. Había tiempo de duelo, con sus respectivas fases, y una noticia así era arrolladora para un corazón que palpitaba enamorado. Había estado loco por él y nada quitaría de su mente la felicidad que tuvo durante su boda y el tiempo posterior.
Muy a su pesar, Jeon JungKook sabía que SaeRin seguía enamorada de su marido, por mucho divorcio que hubiese de por medio.
—Pero ya está —habló ella, acabando con el silencio—. No voy a llorar más por él.
Si en ese mismo instante DongWoo se le plantara delante, JungKook se habría enfrentado a él.
No podía con la idea de que alguien pudiese engañar a SaeRin. Literalmente, ese tipo lo tenía todo y lo tiró por la borda poniéndole los cuernos. No era solo otra de las cosas que no abarcaba su entendimiento, sino además fuente inaudita de su enfado. De su frustración. Y de no valorar lo que se tenía, porque Moon SaeRin era guapa, atractiva, era dulce y condenadamente inteligente y tenía la sonrisa más bonita del mundo, ¿y DongWoo se atrevía a desvalorarlo y abandonarlo? No tenía perdón, ni excusa.
DongWoo siempre tuvo lo que JungKook había deseado. Una vida junto a la persona que quería. Un matrimonio. Una casa que compartir. Un beso de buenos días y otro tras regresar del trabajo. Había tenido en la palma de sus manos todos los pequeños detalles que una vida común poseía, que el que no tenía nada anhelaba. Así que ahora que SaeRin volvía a quedarse sola, era como si la vida le estuviese dando una oportunidad a él.
Una segunda oportunidad.
Solo que esta vez no debía ser un cobarde. No debía agazaparse y esperar a que las cosas surgieran por deseo del cosmos. La vida real no funcionaba por casualidades del destino por mucho que las películas te lo quisieran vender así. Si estaba enamorado de ella, debía decírselo y no callarse hasta que llegase otro hombre, otra boda y él de nuevo viviese con arrepentimientos, muriéndose de envidia como un fracasado.
—Voy a pedir más cerveza.
JungKook quiso detenerla, pero ella salió rápido de la sala.
Se sentó en el sofá. El corazón estaba a punto de estallar. A pesar de todo, estaba feliz y enfadado y confuso y todas las sensaciones posibles que hacían galopar al órgano vital. Incluso cuando SaeRin volvió a entrar con la camarera justo detrás con nada más ni nada menos que seis cervezas adicionales, sintió que podía tocar la abstracta alegría.
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Kissing Moon » Jungkook
Fiksi Penggemar❝Han pasado ocho años y yo no he dejado de quererte ni un segundo❞ JungKook es un hombre que lo tiene todo. Es exitoso, atractivo y muy trabajador. Sin embargo, nunca se ha podido enamorar. Eso es algo que lleva atormentándole desde hace ocho años...