Capítulo 46

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Capítulo 46



SaeRin abrió el paraguas y saltó del porche hasta la tierra embarrada de su jardín, aunque, apenas recibió la primera ráfaga de viento, este casi se le rompió y salió volando. Los vientos fuertes hacían que, tanto su pijama como ella, se calaran de agua. Parecía que el cielo se caía con este diluvio. Sus chanclas chapoteaban en el barro y las suelas se hundían en los charcos. No detuvo su marcha hasta el viejo cobertizo. Tocó a la puerta un par de veces y abrió.

—Al final nos ahogaremos como siga lloviendo así —se quejó, entrando en el cobertizo y agitando el paraguas para quitar el exceso de agua.

—¿Me lo dices o me lo cuentas?

JungKook estaba empapado. Daba la impresión de que le habían dejado bajo la lluvia por horas y horas, pero la verdad era que el cobertizo era viejo y el agua se filtraba por la madera roída del tejado y por el hueco de las ventanas rotas. No se podía proteger de ningún modo. Tiritaba de frío porque iba con la misma ropa que antes y, a parte de las toallas que le había dado la madre de SaeRin, ni tenía ni una sola cosa con la que taparse.

Un sentimiento de lástima se apoderó de ella. Sentía que acababa de venir a salvar al cachorro que queda desamparado en mitad de la carretera, débil y hambriento. Le dedicó una mirada cálida y una pequeña sonrisa de disculpa. Se acercó y se sentó en la caja de madera al lado de la suya.

—Perdona a mi padre, cuando tiene un pronto no hay quien le aguante. —Le rodeó con la manta de lana que había traído y luego le agarró la mano con una sonrisa—. Lo bueno de todo es que ya les he contado la verdad. Toda. Incluso lo nuestro. Mamá parece bastante contenta a pesar de todo. Le apena lo de DongWoo, pero... lo entiende. Es cierto eso de que le caes bien desde la boda —rio, aunque JungKook no le acompañó—. GeunSae es el que más me anima, dice que eres más guapo. —Ahora JungKook sí que sonrió—. JungKook, no te pido que perdones a mi padre, pero sí que le entiendas. Es un hombre mayor que lleva trabajando toda su vida para darnos todo a mi familia y a mí.

—A mí me da la impresión de que tanto tiempo en el mar le ha hecho olvidarse de cómo relacionarse con otra cosa que no sea un pez.

SaeRin bufó con una pequeña carcajada. Suspiró antes de continuar.

—Luego del nacimiento de GeunSae... no fue fácil. Me tocó tener el papel de padre mientras él estaba en el barco. Al ser la mayor, siempre se ha esperado mucho de mí. Buenas notas, buen trabajo, buena educación..., pero no pude estar a la altura de las expectativas de mi padre. Dejé la universidad, con todo lo que eso conlleva, y me costaba conseguir un trabajo en condiciones. Daba la impresión de que todos los esfuerzos de mi padre habían sido en vano, y él me la tuvo jurada un tiempo. —Sonrió, aunque con tristeza. El nudo apremiante en su garganta entraba en conflicto con sus ganas de seguir hablando—. ¿Cuánto pudo estar sin hablarme? ¿Unos tres meses? Mamá estaba volviéndose loca haciendo de intermediaria. Me cayeron buenas broncas en esa época. —Se frotó la frente con nerviosismo, sus manos deslizándose con facilidad por la superficie mojada por la lluvia—. Quizá todo esto te suene de una realidad alternativa. Siempre has sido el preferido de tus padres y, sin duda y sin ganas de ofender, mucho más espabilado que tu hermano. Has logrado todo los pasos para tener unos padres orgullosos y, el cielo sabe cuánto me aman mis padres, pero creen que mi futuro podría haber sido mucho más brillante si no hubiera dejado mis planes de vida a la mitad. Y, por mucho caché que tenga el Grupo Jeon, mi padre piensa que me he conformado. Que llevo haciéndolo ocho años. Y supongo que lo estuvo haciendo porque, en el fondo, solo deseaba que me largara de la empresa para no estar contigo, sobre todo después de mi boda. —Y, ahora sí, tocaba volver a mencionar a DongWoo, esa sombra que la perseguía por mucho que se alejara—. Cuando presenté a DongWoo a mi padre, quedó maravillado, ¿y cómo no? Un dentista que pronto abriría su clínica privada, guapo, alto, educado, con estudios en Seúl y con mundo recorrido... Y con un sorprendente conocimiento de peces. Había ganado la lotería, y cuando se enteró de que me había propuesto matrimonio... Qué feliz se puso.

Kissing Moon » JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora