Segundo libro de "Cero Flacas"
Selene luego de vivir momentos devastadores ha aprendido a amarse, su confianza y autoestima han mejorado, convirtiéndola en una persona más fuerte. Ha logrado entrar a la universidad para estudiar lo que tanto le gus...
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Extra de Mil Enigmas
Antes de Mil Enigmas...
Narrado por Brett Herrera:
Pude verlo en sus ojos, pude ver como su expresión se iba convirtiendo en una de lastima total y como en sus labios se formaba una línea recta.
—Joven —no puede seguir sosteniéndome la mirada así que la agacha.
Con mis manos tan frías como unos cubos de hielo tomo fuerzas para hablar:
—¿Moriré? —pregunto con un atenazador dolor fundiéndome el pecho.
Por un momento el hombre de gafas se queda en silencio. Al subir su cabeza y darme la cara sus ojos ya se han colmado de una tristeza gigantesca.
—Su diagnóstico es un glioblastoma multiforme.
Noto como algo dentro de mí se retuerce con violencia así que desvío mi vista del doctor que acaba de darme un diagnóstico trágico.
—¿Debería buscar a la única persona que he amado de verdad? —mi voz en un susurro se escucha en el pequeño consultorio.
Sin ni siquiera mirarlo, doy por sentado que me está mirando con absoluto asombro.
—Joven Brett, ahora deberíamos comenzar con un tratamiento...para intentar...
Lo vuelvo a ver.
—Dígame, ¿debería ir en busca de la única persona que me ha hecho sentir vivo?
Lo veo tensarse, pero finalmente relaja su cuerpo y termina asintiendo.
—Ve por ella.
Esa respuesta me golpea con ferocidad, casi dejándome sin fuerzas.
Es un hecho, voy a morir dentro de poco.
No dejo que el hombre frente a mí se percate de cuanto me está afectando su respuesta, para poder lograr eso fijo una sonrisa en mi rostro y no muy convencido estiro mis piernas. Los luceros del profesional de la salud siguen cada uno de mis movimientos, supongo que espera que en cualquier momento me quiebre y maldiga por ahora ser consiente que la muerte está a poco tiempo de mi encuentro.
—¿Cuánto tiempo me queda? —cuestiono sin dejar que mi rostro sea invadido por ninguna emoción.
Sus manos buscan las hojas donde creo está plasmado todos los detalles de mi diagnóstico. Ojea el papel para acto seguido retornar su interés a mí.
—Si no realizamos ningún tratamiento —hace una pausa donde una mueca arruga su rostro —tal vez, le quede un poco más de ocho meses.
