[15]: Traición

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¿Alguna vez has sentido como el frío estremece tu cuerpo, al mismo tiempo que sientes que tu alma se está rompiendo en miles de pedazos? ¿Has sentido como el miedo de perder a alguien te hace querer irte con esa persona?

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¿Alguna vez has sentido como el frío estremece tu cuerpo, al mismo tiempo que sientes que tu alma se está rompiendo en miles de pedazos? ¿Has sentido como el miedo de perder a alguien te hace querer irte con esa persona?

Mis manos bajan hasta el pecho de Brett, lo acaricio como si de un bebé se tratase.

—¡Hey! —grito, moviendo su cuerpo —¡Hey!

En ese momento la puerta de la casa de Brett es empujada abruptamente. Mis ojos no son capaces de separarse de Brett, lo observo mientras las lágrimas se derraman de mis ojos y mi corazón siente como si estuviese siendo atravesado con una gran daga.

En esa milésima de segundos entiendo que ese chico que toda su vida ha intentado dar la impresión de ser un chico malo o un chico rudo no es más que un chico roto que ha preferido tomar un frasco de pastillas e inyectase hasta que su vida se apagara. Brett es un chico que desde hace mucho tiempo ha luchado con sus propios demonios y hoy después de mucho sufrimiento solo decidió no seguir soportándolo, al igual que lo hizo Paola.

—¡Señorita! —un hombre me toma por el brazo y me hace levantar —. Necesitamos que se aparte. Mis ojos van hasta el hombre, este sostiene una libreta y un lapicero en su mano —¿Cuál es el nombre del joven? —me pregunta.

Veo como otros dos hombres corren hasta Brett, pero el hombre que tengo frente me toma por el brazo y me sacude para que pueda prestarle atención a lo que me dice.

—¿Cuál es el nombre del joven? —me repite esta vez en un tono de voz más alto.

Sacudo mi cabeza —Brett...Brett Herrara.

—¿Cuánto años tiene?

—Veinte años —respondo con un hilo de voz.

El hombre anota todo en su libreta y cuando se dispone a girarse para aproximarse hacia Brett y los hombres que están dándole los primeros auxilios logro decir lo que mi alma grita.

—Por favor, sálvenlo —suplico con voz débil.

El hombre no presta atención a lo que he dicho y sin decir nada más se direje con pasos airados hacia Brett. Los tres hombre que están sobre Brett buscan signos de vida, uno abre sus ojos con sus dedos mientras una linterna lo apunta, otra toca su rostro examinando sus labios y el hombre que me ha hecho las preguntas presiona sus dedos contra su cuello y hace un movimiento de aprobación con su cabeza, hecho esto uno de los otros hombre le hace entrega de un Scal que el hombre rápidamente introduce en una de las venas de Brett.

—Tenemos que comenzar por la desintoxicación —murmura el hombre.

Otro hombre entra en la casa con una camilla entre sus manos, con pasos airados llega hasta sus compañeros y estos sin esperar nada arreglan a Brett en esta.

Mis piernas se ponen en movimiento hasta que llego a ellos.

—¿Esta bien?

El único de los hombres que ha hablado conmigo se coloca de pie y los otros dos salen con el cuerpo de Brett en la camilla. Mis ojos lo siguen la camilla y mis piernas con movimientos propios corren detrás de ellos, pero cuando he dado algunos pasos la mano de hombre atrapa mi antebrazo.

Mil Enigmas| Completa ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora