[32]: Un Lugar Sin Dolor

6.2K 1K 421
                                    

2/2

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

2/2

Narrado por Justin Alvarado:

3 semanas después...

Que puedo decir de las últimas tres semana, supongo que la palabras "melancolía" describen estas tres semanas en la que no he tenido a Brett como compañero de dormitorio.

He ido junto a Selene a visitarlo a su casa o él venido a vernos, pero no es igual.

Mi nuevo compañero de dormitorio deja una caja sobre la cama que está del otro lado del dormitorio y se gira en sus talones para mirarme.

-Soy Stephen -me indica.

En el rostro de este chico se pueden ver unos cuantos piercings.

Junto mis manos, clavando mis codos en mis piernas -soy Justin -replico con voz fría.

Sus ojos negros me examinan por un momento y al darse cuenta que no quiero saber nada acerca de él sigue acomodando sus cosas en su lugar.

Lo poco que he notado de este chico es que es un chico que aparenta ser rudo. Su vestimenta es casi gótica, camisa negra, pantalones del mismo color, botas que no dejan ver ni un poco de su piel y una muñequera en su muñeca derecha.

No digo nada más, estiro mis piernas, dirigiéndome a la puerta para salir de aquí. No soporto estar viendo que alguien más ocupe el lugar de Brett. Es algo que jamás aceptaré.

Camino con lentitud por todos los pasillos de campus, salgo de él, dirigiéndome al lugar que se ha convertido en mi lugar de tranquilidad.

En la profundidad de todos estos árboles que me hacen respirar un aire puro y limpio. Ya estando en este lugar cierro mis ojos y aspiro una gran bocanada de aire.

Pero escucho unos pasos que me hacen abrir los ojos de inmediato.

La chica que me encontré el otro día en este mismo sitio está delante de mí. Su cabello castaño hoy va en una coleta desordenada, sus ojos negros se abren de par en par y me doy cuenta que su labio inferior tiembla.

Su vista cae al piso y pone en marcha sus paso para marcharse, pero al pasar a mi lado la tomo por el antebrazo.

-No es necesario que te vayas -murmuro, ladeando mi cabeza sobre mi hombro para mirarla. Siento como tiembla y eso me hace sonreír un poco. -No te comeré.

Mis palabras hacen que ella también sonría. Sus ojos poco a poco ruedan hasta mí -soy Tamara -habla.

Creo que la he visto antes, pero lo logro recordar donde.

Suelto el agarre que tengo en su antebrazo -soy Justin -replico, tomando una postura recta.

Tamara y yo pasamos la mayor parte del día sentados entre los árboles hablando de distintos cosas.

Mil Enigmas| Completa ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora