Mil Enigmas| Completa ✔️

Mini Adelanto: Tal Vez Un Hasta Nunca

Mis piernas tiemblan, mi corazón se aprieta y por alguna razón mi voz no funciona. Todo es tan confuso para mí que mi cuerpo se ha quedado estático, mientras que entre mis manos sostengo el rostro del chico que alguna vez pensé seria mi esposo, con el que soñé vivir todo los bonitos y no tan bonitos momentos de mi vida, ese mismo chico que me hizo feliz y que también hizo que mis ojos lloran hasta quedarse dormidos.

Brett con las pocas fuerzas que parece tener su cuerpo aprieta mis manos.

—Selene...

Su voz falla así que prefiere quedarse en silencio.

Sacudo mi cabeza y con mis manos temblándome lo sujeto con mucha más fuerza.

—¡Un...un teléfono! ¡Necesito un teléfono! —grito desde lo profundo de mi ser, buscando con mi mirada un teléfono para llamar a una ambulancia.

Él trata de sonreír, pero no lo logra. No tiene fuerzas para hacerlo.

—Está bien Selene...

—¡No, no nada de esto está bien! —mis manos bajan con desesperación hasta que toco los bolsillos de su pantalón y el bolsillo izquierdo siento su teléfono, lo saco lo más rápido que puedo, pero al encender la pantalla este está bloqueado.

Brett coloca sus dos manos en el piso e inhala —no quiero que...me salves —tose un poco.

Parpadeo un par de veces y sin darme cuenta varias lágrimas caen de mis ojos.

—Brett, vamos —tomo su mano y con su dedo pulgar logro desbloquear el teléfono que tengo en mi mano temblorosa.

Ya teniendo el teléfono desbloqueado marco al número de emergencia.

—No, Selene, por favor —suplica Brett con voz débil.

Al segundo tono una voz responde a mi llamada.

—Buenas noches ¿Me indica...?

—¡Necesito ayuda! ¡Ayudenme! ¡Él tomo un frasco de pastillas y uso drogas! —grito sin esperar que el operado termine su pregunta.

—¿Hace cuánto paso esto?

Niego con mi cabeza —no lo sé necesito que alguien venga a ayudarme.

Le doy la dirección al operador y antes que este pueda decir otra cosa lanzo el teléfono a un lado para poder ir con Brett.

Me arrodillo justo frente a él, sintiendo como su respiración es cada vez más lenta. Mis manos se posan en su rostro que ahora se siente mucho más frio que hace un momento.

—¡Hey Brett! —lo llamo y nuevas lagrimas obstruyen mi visión.

Sus ojos parecen pesados ya que poco a poco van hasta los míos.

—Estaré bien —lame sus labios, pero estos no se humedecen —. Esto es lo que quiero.

Mis manos bajan de su rostro a sus brazos, le doy un suave abrazo. Sollozo, mientras arreglo mi cuerpo para poder sentir el calor del suyo.

—No vas a morir —le aseguro.

Hay un pequeño silencio que es interrumpido por una risilla que escapa de sus labios.

—Sabes, nunca he amado realmente a alguien o algo —sus manos poco a poco van rodeándome, pero son movimientos tan lentos que tengo miedo de que en cualquier momento solo deje de vivir —, pero Selene —hace una pausa para tomar aire —, tú fuiste la persona que me hizo experimentar por primera vez lo que era felicidad —veo como sus ojos se van cerrando.

Niego con mi cabeza y el llanto se apodera de mí.

—No, no cierres tus ojos —suplico sujetándolo con mucha más fuerza, sintiendo como su cuerpo se va desplomando lenta y dolorosamente.

Sus ojos parecen dar una última señal de vida y vuelven a abrirse, pero esta vez cuando me miran se ven tan apagado que las lágrimas brotan de mis ojos como la lluvia del cielo.

—A ti te amo con todo mi ser, Selene —logra decir con dificultad y traga saliva —y lo siento por haberte hecho daño cuando tú eras mi felicidad...

No logra terminar su frase porque sus ojos se cierran y sus manos caen de golpe.

Sacudo su cuerpo entre mis manos —no, por favor, abre tus ojos —le pido entre el llanto que hace que mis palabras suenen entre cortadas —mis manos totalmente descontroladas por el temblor van hasta su rosto que ahora se ve más que pálido —Brett, vamos ¡Despierta! —lloro aferrándome a él como si de eso dependiese mi vida.

Y es así, si él muere una parte de mí se ira con él.

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Les dejo este mini adelanto para que lloren conmigo.