[3]: Trastorno

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Este capítulo va dedicado especialmente a:
Stefany

Este capítulo va dedicado especialmente a:Stefany

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Narrado por Brett Herrera:

Voy tomando cada uno de mis libros y los acomodó en un estante que he pedido tener en mi dormitorio. Me aseguro que cada libro quede lo más alineado posible para que sienta un poco de tranquilidad.


Justin que está sentado en un sofá que hay a un costado de su cama mira por la ventana de la habitación que hoy compartimos.


—Brett —me llama, pero yo sigo esforzándome por dejar mis libros perfectamente acomodados, —¿Desde cuándo te gusta la Mitología Griega? —gira su cabeza para mirarme —Antes la odiabas.

Entre mis manos tengo el libro que leí por más de seis meses, es un libro que definitivamente es parte de mí.

—A veces cambiamos de gustos, Justin —respondo, sin levantar mí vista de aquel libro.

Las pierna de Justin se estiran hasta estar de pie, sus piernas comienzan a caminar hacia mi dirección.

—¿Dónde estuviste? ¿No me digas que tu padre hizo lo que te prometió? —me pregunta con demasiada autoridad para mi gusto.

Sí, es bastante increíble pensar que el padre de alguien le haga tanto daño como Bruno me lo ha hecho a mí.

No presto atención a su pregunta y arreglo el libro que tengo en mi mano en la estantería donde ya reposan varios libros.

—¡Respóndeme¡ —insiste Justin, alzando su voz.

Muevo un poco mi cabeza, cerrando mis ojos para que la rabia no me posea.

—Es mejor que no vuelvas a preguntar por eso —sentencio, abriendo mis ojos para mirar el negro de los suyos —. No hablare absolutamente nada de lo que ocurrió.

Por la expresión de Justin estoy seguro que la ira a nublado mi visión, él traga saliva y se aleja un poco de mí.

—¿Es cierto que estuviste en la cárcel?

Ya su voz ha perdido precisión y ahora se escucha atemorizado.

Enderezo mi postura hasta que mis hombros están rectos. Retuerzo el gesto, recordando aquellas semanas que pase detrás de unas rejas.

—Claro que si —replico sin dejar de mirar sus ojos.

Él ya no puede sostenerme más la mirada, sus ojos caen al piso.

—Estas muy cambiado —señala el armario donde ya he acomodado mi ropa —. Toda tu ropa es color negro, has pasado más de tres horas arreglando esos libros y no llevas ni la cuarta parte —niega con su cabeza —, tu voz es...

Mil Enigmas| Completa ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora