𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐𝟒

2.2K 197 8
                                    

El cuerpo de la chica despedía un aura azulada, que era capaz de provocar pavor en cualquiera -espero que estés listo para esto- dijo, y sin pensarlo dos veces lo ataco, esta vez ella era quien llevaba la ventaja con todo ya que su oponente no podía acertarle ningún golpe, pues su energía maldita la protegía.

-¡Maldita mocosa!- hablo molesto, intentando tomarla del cuello, sin embargo, una imagen siniestra, saboteo la mente del hombre en cuanto rozo la piel de la chica, haciendo que se alejara abruptamente -¡Que mierda fue eso!- exclamo sorprendido-¡no importa, me canse de esto, voy a matarte así te devoro de una maldita vez!

-Tu serás quien muera- hablo la pelirroja, dándole una patada tan fuerte, que al salir volando, atravesó su propia extensión de dominio y eso hizo que comenzara a derrumbarse.

El hombre quedo increíblemente sorprendido ante la fuerza de la mujer, la misma que antes no poseía.

-Veo que tendré que usar todo mi poder, si quiero vencerte- menciono poniéndose de pie y sacudiendo un poco su ropa- esto será interesante, ahora si creo que seas un chaman de grado uno.

Ambos comenzaron a atacarse sin piedad.

-¡Anya!- grito Satoru llegando al lugar - ¡detente!- estaba aterrado al ver como la sangre caía a montones de su pequeño cuerpo, con cada movimiento.

-¿Qué haces aquí? Deberías estar descansando- respondió casi en un suspiro, distrayéndose.

Inmediatamente la maldición aprovecho su distracción, y la ataco, causándole una herida profunda y bastante grave, el peliblanco intento meterse para darle de una vez por todas el final que se merecía a esa criatura tan malévola, pero una barrera que surgió de la nada no le permitió formar parte de la batalla, y aun que intento romperla de mil formas, no lo consiguió. Eso lo estaba llevando a la desesperación, se sentía inútil al ser el chaman mas fuerte y no poder hacer nada.

-Vaya, parece que moriré desangrada- menciono tocando su estomago- pero no me iré de este mundo sin llevarte conmigo, ser despreciable- finalizo con dificultad.

-Lo dudo mucho ratita, por donde sea que te vea estas destruida- comenzó a reír a carcajadas- el gran Satoru Gojo vino de visita, el podría ayudarte a vencerme, pero como vez no puede romper tu barrera así que solo puedes rendirte y morir.

-Te equivocas, aun tengo algo de fuerzas- dijo, mientras juntaba sus manos y formaba una figura extraña con las mismas -lo bueno de estar en esta barrera, es que no podrás huir de Lukyan- sonrió.

-Luky...- quiso hablar, pero una explosión inmensa lo hizo cerrar la boca y limitarse únicamente a intentar escapar.

Toda esa energía que la mujer desprendió en ese estallido, era purificadora y quemaba con rapidez algunas partes del cuerpo de su enemigo, aun así, lo mas aterrador para el, fue la criatura que lo perseguía con una sonrisa macabra en los labios y que en cuanto lo atrapo, lo degolló sin ningún tipo de esfuerzo. Después de eso la barrera se rompió y la explosión que se contenía dentro se esparció por todos lados.

Satoru se cubrió el rostro de inmediato, pues la energía de Anya era segadora, hasta el punto en que la venda en sus ojos no servía de nada. Segundos mas tarde, solo quedo un fuego intenso quemando todo a los alrededores.

El albino estaba anonadado con la situación, no podía creer que algo así hubiese ocurrido, nunca había tenido la oportunidad de ver con sus propios ojos tanta energía maldita desatarse de esa forma. Se atrevía a decir que Anya podía ser incluso mas poderosa que el y estaba claramente comprobado, pues la barrera que la chica había creado anteriormente era sumamente resistente y eso le mostro que a su lado, no era mas que un simple chaman.

-Donde estará- hablo algo asustado, buscándola entre todo el desastre - dios mío, espero que siga convida.

Tras minutos buscando sin encontrar nada, cayo de rodillas al suelo, el humo lo estaba debilitando y además, no encontraba absolutamente nada que lo llevara hacía su querida estudiante, sin embargo, cuando ya estaba apunto de rendirse pensando que la muchacha se había consumido con las llamas, vio algo que llamo su atención.

Un bicho raro, observando fijamente un extraño fuego de color, era mucho mas alto que el y estaba encorvado, además tenia alas y un par de cachos. Pensó que se trataba de otra maldición, por lo que decidió acercarse para atacarlo, pero antes de que diera el primer paso, la criatura se volteo a verlo.

-Esta...ardiendo...ella- dijo pausadamente, como si le costara hablar

-¿Qué?- pregunto confuso.

-ella...esta ahí- señalo el fuego frente a ambos.

El peliblanco se acerco y observo con atención las llamas, le costo un poco, pero ahí estaba a quien tanto buscaba, su amada Anya se encontraba tendida sobre el suelo, con el cuerpo repleto de llamas azules.

-Su cuerpo aun desprende energía - hablo - esto es nuevo, un humano con tanto poder ¿Cómo es posible?

-¿Satoru?- murmuro la pelirroja- ayúdame, aun no quiero morir.

-¡Mierda, me olvide que estabas gravemente herida!- exclamo, tomándola en brazos- te llevare con Shoko, tu encárgate de no dormirte, por favor.

-Lukyan, gracias- hablo sonriente en cuanto se percato de la criatura a su lado, y acto seguido, las llamas azules que cubrían el cuerpo de la chica desaparecieron junto a la bestia.

-Entonces puedes invocar Shikigamis, quien lo diría- susurro el peliblanco, mientras se dirigía rápido al auto -eres una pequeña caja de sorpresas, Anya.

Shikigamis: Es el término utilizado para los espíritus invocados . Se utilizan para proteger y servir a su amo.

𝐀𝐪𝐮𝐢 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐬 ━━ 𝘚𝘢𝘵𝘰𝘳𝘶 𝘎𝘰𝘫𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora