𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐𝟔

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UN MES DESPUES

Los días habían pasado volando, y también la recuperación de Anya, sus heridas cicatrizaron de manera fugaz, algo que dejaba bastante sorprendida a Shoko.

-Esta de maravilla- menciono, mientras hacía algunas anotaciones - Puede volver a su vida normal.

-Si, eso es muy bueno- respondió Satoru, observando la cama vacía -¿Pero donde esta?

-El director la mando a llamar- dijo sin mas- Ahora que esta recuperada, el quería hablar sobre ese día. El tema de esa explosión aun no se ha olvidado, fue algo increíble.

-Si, tienes toda la razón- sonrió orgulloso - Iré a esperarla fuera de la oficina, nos vemos.

La mujer de ojeras lo observo marcharse y negó con la cabeza, no podía creer que estuviera tan enamorado de su estudiante, aun así, le alegraba verlo feliz.

MIENTRAS TANTO ANYA.

-Puedo invocar hasta seis Shikigamis diferentes- dijo, sentada frente al director. Pues el mismo quería saber mas sobre su técnica - Pero solo hay uno, que me protege incluso cuando no lo invoco.

-¿Tiene nombre?- pregunto curiosa, una mujer de cabello largo y con trenzas, una de ellas caía sobre su rostro cubriendo su ojo izquierdo. Su nombre era Mei Mei.

-Si, se llama Lukyan, no sabía mucho sobre el, hasta que me di cuenta que si considera que algo es peligroso para mi...se hace presente en la mente de los demás, impidiendo que puedan tocarme- explico- Ahora bien, si lo quiero frente a mi, debo invocarlo.

-¿Y que dices del estallido de energía?- inquirió un hombre bastante viejo, con la barba blanca. Anya inmediatamente recordó que Satoru detestaba a ese anciano, cuyo nombre era Yoshinobu Gakuganji

-No es algo que ocurra siempre, de hecho nunca pasa- suspiro- No suelo invocar a Lukyan, porque hacerlo provoca que gaste en exceso mi energía y eso me perjudica en cierto punto. Por eso utilizo otros Shikigamis.

-Pero ese día no tuviste opción- agrego Yaga, de brazos cruzados.

-Así es, estaba sangrando demasiado y necesitaba invocarlo o iba a morir- afirmo seria.

Los tres se miraron entre ellos, como si pudiesen leer el pensamiento del otro y asintieron al mismo tiempo, mirándola fijamente. Estaban de acuerdo en lo fuerte que era, tenía determinación y valentía, así que no duraron en tomar una decisión.

-Tu rango actual es el de un chaman de grado uno- hablo la mujer- Pero hoy Anya Tokugawa, pasas a ser chaman de grado especial, felicidades.

La chica abrió los ojos inmensos, no lo podía creer. Estaba tan feliz por aquello, que podría haber saltado de la silla para abrazarlos a los tres juntos, pero no, debía mantenerse serena.

-Confiamos en que trabajaras duro, para controlar tu energía y así no causaras desastres, ni tu propia muerte- dijo el anciano.

-Hare todo para mejorar, no se arrepentirán de haber tomado esta decisión- respondió muy segura de si misma.

Tras finalizar la charla, salió de la oficina y se alejo lo suficiente para que nadie la escuchara festejar -¡Si, lo logre!- soltó un gritito de felicidad.

Saltaba como una niña y movía sus brazos de manera graciosa, sobre todo para el hombre que la observaba con una sonrisa en el rostro.

-¿Por qué tan feliz?- pregunto, haciendo que la chica se sobresaltara.

𝐀𝐪𝐮𝐢 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐬 ━━ 𝘚𝘢𝘵𝘰𝘳𝘶 𝘎𝘰𝘫𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora