𝐀𝐪𝐮𝐢 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐬 ━━ 𝘚𝘢𝘵𝘰𝘳𝘶 𝘎𝘰𝘫𝘰

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟔

- Anya aléjate, no es seguro que estés hablando con ella.

-Tranquilo, no le iba a hacer nada, sólo estábamos teniendo una conversación de chicas ¿verdad?- La observo fijamente.

- Mujer, te conozco perfectamente, se de lo que eres capaz- Respondió al instante, bastante enojado.

-¿Satoru cómo supiste que estaba aquí?- Hablo la pelirroja, algo confusa.

-Vamos a hablar de eso luego...- Suspiro- ¿Kaomi por que estas con ella? Te dije claramente, que no la metas en tus problemas.

- No te hagas tanto la cabeza, siempre exageras todo- Respondió - Además, ya me estaba por ir, nos vemos en otro momento señorita Anya- cruzo la calle con una expresion seria en su rostro, hasta finalmente desaparecer por completo.

Satoru entonces observo a la ojiverde y extendió su mano para que la misma la tomara, pero ella se negó y comenzó a caminar, dejándolo varios metros atrás, el dolor de su tobillo no importaba en lo absoluto, comparado a todo lo que estaba sintiendo.

-¡Espera!- se apresuro para alcanzarla, ese desaire de no querer tomar su mano, había sido como un puñal directo a su corazón -Escucha, tenemos que hablar, necesito explicarte muchas cosas y...

-Ay por dios ¿ahora quieres hablar?- vociferó, caminando aun mas rápido -Tu amiga ya me dijo todo.

-Lo siento, Anya- la tomo de un brazo, para detenerla - No quería involucrarte, Kaomi esta metida en muchos problemas y son bastante peligrosos, incluso ella es un peligro para ti, con sus poderes.

-¿En serio? ¿preferiste dejarme con miles de dudas en lugar de decirme la verdad? ¡Lo habría entendido si me lo decías!- Se zafó bruscamente del agarre de Gojo y continuo caminando- Mejor cierra la boca, y déjame llegar tranquila al colegio.

-¿Quieres que te dejen moribunda de nuevo? Como aquella vez en ese club nocturno...esperando por mi, para protegerte.

Se detuvo en seco y lo observo, la sangre comenzo a hervirle de enojo -¿A que te refieres?- Pregunto caminando hacía el, hasta quedar lo suficientemente cerca. La gente que pasaba por su lado, se les quedaba viendo extraños, debido a la discusión en publico.

-Esa noche podría haberte pasado algo terrible si hubiese llegado unos minutos tardes y hoy paso lo mismo, si hubiera tardado mas tiempo, en estos momentos serias el títere de Kaomi- hablo sin pensarlo mucho- No voy a estar siempre para cuidar tus pasos, deja de ser tan confiada y debilucha.

Anya sintió algo extraño recorrer su cuerpo ¿acaso el estaba dudando de sus habilidades?¿la estaba tratando como una inútil? Sentía su corazón latir con fuerza.

-Satoru ¿De verdad crees que soy débil? ¿Qué te necesito para cuidarme todo el tiempo? ¡eres un idiota!- se dio media vuelta y movio su mano, haciendo que un taxi se parara.

El se quedo completamente en silencio, viéndola subir al auto y alejarse ¿en serio fue tan estúpido como para decirle eso? Se sentía la persona mas horrible.

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Cuando Anya llego al colegio se fue directo a su cuarto, cerro la puerta con seguro y se envolvió en las sabanas, intentando despejar su mente.

Satoru la había hecho dudar de ella misma y de sus habilidades como hechicera, algo que le molestaba profundamente, ya que con mucho esfuerzo había logrado llegar al primer grado.

-Es un imbécil, con todas las letras- golpeo la almohada, frustrada- Maldito...

Cuando el albino por fin llego al colegio, camino durante unos largos minutos por los pasillos, pensativo. Lo había arruinado completamente y ahora se arrepentía de sus propias palabras, era consiente del daño causado y por ende, necesitaba disculparse.

Fue hacía el cuarto de ella, sigilosamente para no ser descubierto, pero al llegar se llevo la sorpresa de que la puerta tenia seguro, lo cual indicaba que las cosas pintaban muy mal, la pelirroja estaba furiosa y triste, una mezcla peligrosa. Pero gracias a todos los dioses, se le ocurrió otra forma de entrar.

Salió nuevamente al exterior y entro por la ventana, que por suerte no tenia seguro, ella estaba hecho un capullo entre las cobijas y se podía escuchar con claridad como maldecía su nombre.

-Dormir enojado, no es bueno.

En ese momento Anya sintió como su alma abandonaba su cuerpo, fue imposible para ella no sobresaltarse del susto, pues no esperaba escuchar su voz de nuevo.

-¡Deja de molestarme!- le arrojo la almohada con fuerza -No es bueno que el hechicero mas fuerte, este hablando con una debilucha como yo.

El simplemente ignoro sus palabras y se acerco a ella, tomándola con ambas manos del rostro, pero la pelirroja se aparto inmediatamente, volviendo a su lugar entre las sabanas, sin embargo, eso no impediría que pudiese disculparse, no quería que las cosas quedaran mal, no estaba dispuesto a perderla por su inutilidad para hablar.

Lentamente se recostó a su lado y se metió bajo las sabanas, encontrándose con el rostro de la chica completamente sonrojado, pero con una expresión molesta.

-escucha, se que te dije cosas que no debí y tienes todo el derecho a enojarte- habló- pero por nada en el mundo, te dejare ir a dormir molesta.

Se negó a responder y giro su cuerpo dándole la espalda al albino.

-¿Sabes? Desde que te conocí, el que se volvió debíl, fui yo...- observo el techo - no puedo con la idea de que algo malo te ocurra, y es por eso que no quería hablarte sobre Kaomi, su vida es un caos.

- Satoru...

-¿Si?- volvió su vista hacia ella, que aun se encontraba dada vuelta.

-Debes jurarme que confiaras mas en mi y que jamás volverás a dudar de mis habilidades. Nos estamos conociendo, y confiar el uno en el otro, es muy importante.

Satoru se giro y rodeo con sus brazo el delicado cuerpo de la chica, para así poder abrazarla -Lo juro, preciosa- respondió, dejando un par de besos en la cabeza de Anya -Lamento haber sido un idiota.

-Confió en que eso no volvera a pasar- se acurruco aun más, junto a el.

Ambos se quedaron profundamente dormidos, con una sonrisa dibujada en sus labios. Kaomi había dicho que solo era un romance temporal, pero Anya estaba cada vez mas segura, de que no era así.