DOS AÑOS DESPUES.
-Este lugar es perfecto- hablo observando la enorme casa frente a ella- Nuestro nuevo hogar, es mucho mejor que el anterior.
-De que estas hablando- dijo una anciana, un tanto molesta- Esta casa es el doble de pequeña que la anterior, ahora que tu padre no es presidente, tenemos que conformarnos con vivir en esta...
-Abuela, así serán las cosas desde hoy en mas- la pelirroja la interrumpió, observándola seriamente -Si no te gusta aquí, puedes volver a tu viejo templo. Te enviare dinero cada semana.
-¡Desde cuando estas tan respondona con tu abuela!- gruño.
-Pues simple, desde que te volviste una avariciosa- siguió observando la casa- Además, tenía ganas de volver a Tokio- susurro.
-¿Qué dijiste? No logre escucharte, soy una vieja, habla mas fuerte.
-Dije que este es un nuevo comienzo, papa se recupero y ya no tiene que estar sobrecargado de trabajo- no iba a decirle que realmente moría de ganas por ver a Satoru- Pero no podemos descuidarnos, algunas enfermeras lo cuidaran y habrán algunos sirvientes para encargarse de la limpieza. Debo trabajar así que no puedo encargarme de todo.
-Esta bien, vete- movió su mano en señal de que ya podía marcharse -Me encargare de organizar las cosas aquí, cuídate.
Anya sonrió y se marcho tranquila, ahora tenía 25 años, era toda una adulta bastante responsable y mas madura que antes. Había tenido que hacerse cargo de muchas cosas mientras su padre estaba enfermo, además de que su abuela se había mudado con ellos y también debía cuidarla. Ya no era chaman, pero eso no quería decir que a veces no ayudara a alguien en problemas o exorcizara algunas maldiciones, su trabajo verdadero era en una empresa de modelaje, era quien supervisaba las sesiones fotografías, se encargaba del vestuario y demás.
Volver a Tokio le había costado bastante, le llevo tiempo convencer a su padre y abuela, de que ese cambio de aire les haría bien, pero finalmente lo logro.
-Oh, hola señorita Anya- hablo una chica, sonriente al verla llegar- Llego temprano hoy ¿Qué tal la nueva casa?
-Es hermosa, a mi padre y a mi nos gusto- respondió- Pero mi abuela no esta muy conforme.
-Así son los ancianos, ellos prefieren quedarse en un lugar fijo- sonrió- Pero escuche que ella tiene un templo, qué antes era un lugar de aguas purificadoras.
-Lleva mucho tiempo solo y ella no puede encargarse de el, además las chicas que trabajaban para ella están casadas y ya no pueden ayudarla- dejo sus cosas sobre un escritorio- Así que lo puse en venta, quizá alguien lo compre y si no, hare que lo demuelan.
Hablaron durante unos minutos mas, hasta que llegaron las modelos y ambas se dirigieron al estudio para comenzar con el trabajo.
EN EL COLEGIO.
-¿Estas hablando en serio Yamato?- pregunto sorprendida Shoko -No puedo creerte.
-Lo digo en serio, tía- aseguro con toda certeza- Anya volvió a Tokio, ella misma me lo dijo.
-Oh, dios mío, esto será un vuelco para Gojo.
-No se lo digas, ella esta mejor sin el- respondió- Iré a verla mas tarde- el joven rubio aun no perdía las esperanzas, en que ella lo eligiera.
La mujer asintió y salió de la enfermería. Mientras caminaba por los pasillos, vio a Satoru y trato de evitarlo ya que no era buena para ocultar cosas, pero no pudo hacerlo.