Cada vez falta menos para mi cumpleaños. Pero eso no importa.
Llevo 5 días ingresada aquí, en este estupido hospital, bajo este estupido techo blanco. Inmovil. Dormida. Practicamente muerta.
Te contaré lo que ha pasado.
Poco despues de dejarte en la última página salí camino al instituto, a cumplir mi castigo. Iba tan tranquila, intentando olvidar las últimas anomalías de mi humor y comportamiento, intentando buscarles una razón lógica (llegué a pensar que tenía el periodo y no me había enterado). Pues eso, iba yo tan tranquila, caminando calmadamente cuando noto un pinchazo.
Al principio no me alarmo, pues solo fue un pinchazo, pero poco a poco el dolor se comienza a extender por mi cuerpo, intento calmarme, pero me ardían los huesos como si me quemaran viva <<calma, calma, calma...>> me repetí una y otra vez a mi misma, pero el dolor no cesaba, note subir mi temperatura
Primero lentamente, y despues rápido, al igual que el amor de Augustus y Hazel, al igual que el sueño.
El dolor era insoportable, notaba cada célula de mi cuerpo retorcerse y arder dentro de mí, y finalmemte solo recuerdo silencio.
Silencio y este puñetero techo blanco, impecable.
Más tarde...
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Tras describirte mi situación llego una enfermera, que me advirtió de la llegada del Dr. Nosequeapellidorarotenía
El doctor, de unos 40 años mostraba un pelo corto y cano, que rodeaba un rostro amable y palido, en el cual resaltaban unos ojos grises y apagados.
No se como explicarte lo que me ha dicho.
Creo que voy a vomitar.
