Hoy si que he ha hablado con David, lo he saludado y nos hemos mirado, directamente a los ojos.
Su mirada era oenetrante a la par de tranquila, como siempre, pero esto cambio en cuanto le pregunté por Tamara. Pude ver la sorpresa en su rostro y como palidecía, me miró y se quedó pensando antes de pronunciar sus palabras. Me dijo que apenas nos conociamos, no tenía ningún derecho a interrogarlo como si nada, la respuesta que le dí pareció dejarlo atónito.
"Sabes tan bien como yo que eso no es cierto, o es que acasó solo yo tengo esa extraña sensación de que ya nos conocemos de antes?" Parecía sorprendido, incluso molesto, me atrevería a decir. Al momento me arrepentí de mis palabras, era como si yo no las hubiera dicho, al instamte me disculpe, y él, tan agradable como siempre le quito importancia al asunto, diciendome que simplemente no quería hablar de ello, claro que al momento se creo un siñemcio incomodo, de estos que parecen solidos como el acero y fríos como el hielo.
Pero él siempre ha sabido arreglar estas cosas, espera, siempre? Lo digo como si lo conociera de goda la vida. Estupidps farmacos. Simplemente compio el hielo como si nada hubiera pasado, pero lo rompió con una pregunta muy inesperada para mí, a la par que me entregaba una hermosa rosa roja, envuelta ql igual que él en un alo de misterio.
"Que quieres por navidad?", esa era su pregunta, no me la esperaba, y me quedé en silencio.
Hasta ahora no me había dado cuenta. Pronto sería navidad. No había pensado en ello, y mis padres, a pesar de su desperdiciado tiempo de visita, que hacen practicamente a diario, para mi pesar, no me habían comentado nada. Así que me lo pensé más y simplemente le respondí.
"Enseñame de donde sacas las rosas"