Perdón por no hablarte en tanto tiempo, pero me confiscarón el lapiz pues lo consideran una "posible arma mortal" y pues te estoy escribiendo con una tiza que me han dado. Lo se. Absurdo.
De todos modos no te has perdido nada, pues dado que no me han dejado salir de esta estupida celda no ha ocurrido nada interesante, salvo tres visitas de mis padres y una de mis amigos, todas tan estupidas como siempre; pero bueno, al menos me apoyan.
He estado pensando en lo de la explosión. Se que es imposible que haya sido yo, pero no me trago lo de la "explosión espontanea". Estoy perdiendo la cabeza. Del todo.
Sabes? Me he dado cuenta de algo. No hecho tanto de menos la casa. Me doy cuenta de lo estupida y aburrida que era mi vida de niña sobresaliente, sí, ya lo se. He pasado de poder correr libremente por la calle a estar encerrada en una jaula psiquiatrica, rodeada por esquizofrenicos babeantes. Pero bueno, es como una gran aventura.
Pero si que hay algo que hecho de menos. Las rosas. Su textura y su olor. Las hecho tanto de menos.
