24 de diciembre

132 14 2
                                    

Hoy por la mañana ha venido mi madre.

Me ha dicho que no podrán venir mañana, que tienen que ir a la reunión familiar de siempre.

Lo que ella no se imagina es que yo tengo planes mucho mejores...

Más tarde...

Nada más bajar las frías escaleras metálicas me encontré a David, me estaba esperando, y casí al instante que me sonreía con sus perfectos dientes blancos me tendió una rosa, a diferencia de la mayoría esta era de un rosa palido, apetitoso y tierno como un pastel, un tono realmente dulce y agradable a la vista. Admire su aroma un instante y le devolví la mirada, encontrandome con los profundos lagos cristalinos que son sus ojos. Simplemente le pregunté "por que a mí?" Él no me contestó, me sonrío y me dijo!"Carrie te está esperando"

Y ahí estaba, con su frágil y excesivamente delgado cuerpo y su larga melena anaranjada, Carrie. Le saludé y ella me miró, me dijó que me había hechaoo de menos, pero que no había ninguna novedad, fuimos a la cafetería, como siempre, y pedí mi ración rehlamentaria de comida, pero esto no es lo interesamte, no.

Lo curioso fue que Carrie, por primera vez acepto su ración, sin rechistar.

Carrie estaba comiendo.

Carrie se estaba salvando.

Tras la comida hablamos un rato más, no me atreví a sacar el tema de las fiestas navideñas, pues podía ser un tema peliagudo para ella y no quería ser torpe y meter la pata, así que fue ella la que saco el tema, muy directamente me preguntó:
"Bueno, y pues tienes planes para estas estupidas fuestas navideñas?" Simplemente le dije que no, que no tenía nigún plan aparte de hablar con David sobre su secreto, y, pese a que mis últimas palabras parecieron desagradarle más que el resto, asintió, afirmando nuestra unión en estas estupidas fiestas.

Feliz noche buena, David.

RosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora