Entro en mi cuarto, lanzo mi bolso a la cama, pero la verdad fue un intento fallido, todas las cosas de esta se riegan por el suelo de mi cuarto, dejo salir un bufido, de cansancio y frustración, arrastro mis pies a un con tacones hacia el lugar donde se regó todo; al pasar por mi espejo, me quedo paralizada.
La verdad nunca me habia visto a si, mi cara parece iluminada, el maquillaje que me hicieron las chicas del bar, me quedaba muy bien, la camisa me quedaba super, estaba ajustada a mi cuerpo, mi figura se marcaba muy bien, realmente me sentía linda, atractiva, diría yo.
De pronto siento la sensación de ser observada, me giro rápidamente pero, no veo nada, me acerco a la ventana abierta de mi balcón, miro para todas partes, pero no veo nada, enseguida cierro la ventana y temerosa, me voy despojando lentamente de cada prenda que tengo.
Allí, estaba yo, tocando con delicadeza el agua de mi bañera, por suerte estaba cálida, por lo que mas me inspire a bañar mi cuerpo, recojo mi cabello, deslizo mis pies delicadamente por la bañera y me relajo, de pronto se me viene la imagen de Ravel a la cabeza, y comienzo a relajarme a un mas.
Luego de 15 minutos, salgo del baño envuelta en una toalla.
Mis ojos se abren, como dos platos gigantes, trago saliva y mis manos comienzan a temblar.
-¿Ravel, que haces aquí?-Digo impactada, tratando de mantener mi voz.
Este dirige su mirada a mi, se levanta rústicamente, diciendo, me mira intensamente.
-Amor, por que llegas a esta hora?- Inmediatamente me percato de su rabia contenida.
"Que le digo?". "no le va a gustar que le diga que trabajo en un bar, mejor le digo cuando sea apropiado, no quiero empeorar esto.
-¿Me vas a contestar?-Pregunta insistente y un poco desesperado.
-Amor que haces despierto a estas horas; por cierto; ¿como entraste?.
Una sonrisa se le postra en la cara, me mira con indiferencia
-No intentes cambiar el tema-Dice alzando un poco la voz.
-Tranquilo, estaba con unas amigas, me invitaron a salir, y decidí ir, no pude avisarte todo fue tan rápido.-Digo mintiendo cruelmente.
-Enserio-Dice el relajando su rostro.
-Si amor, ahora explícame ¿que haces aquí?, ¿como entraste?-Digo.
-Estoy aquí esperándote hace rato, realmente detesto que no tengas celular, no tenia con que contactarte-Dice Ravel, con una carita muy tierna.
-¿Desde hace mucho? -Pregunto.
-Si, -Responde con una sonrisa retorcida.
-Osea que me viste cuando me desnude-Digo un poco apenada.
-Se levanta de la cama, se acerca a mi, y me planta uno de los besos mas, dulces y tierno de todos, sus manos desatan la toalla, de mi cuerpo, pronto el se quita su suéter, comienza a besar mi cuello.
-Tu cuerpo es una maravilla, quisiera comerte-dice con voz ronca.
-Amor, estoy cansada-Digo tímidamente.
-Esto te relajara-Dice sin duda.
Sus labios me besan con lujuria, sus ojos observan cada centímetro de mi cuerpo., mi corazón se acelera, Ravel enserio quiere continuar todo esto.
-¿Quien te trajo?-Dice de repente.
Mi piel comienza con escalofríos, al sentirme tensa deja de besarme y me mira.
-Un amigo-Digo, rogando al cielo que ya no pregunte mas.
-¿Por que te trae un amigo si saliste con tus amigas?, las cuales no conozco.-Dice.
-El nos hizo el favor de llevarnos, a cada una a su casa-Digo sosteniendo le la mirada a si se vería mas real.
-La próxima vez invítame, quisiera salir contigo-Dice, y conocer a tu amigo.
Comienza un camino de cálidos besos, hasta mi ombligo, me hundo en una sensación, dulce, mis sentidos estaban, muy apagados, pronto mi cabeza se arre cuesta a mi almohada y pronto me sumerjo en un sueño, profundo.
A lo lejos, escucho la voz de Ravel, pero ya no importa, lentamente mi sistema, se rinde y quedo dormida.
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Miradas Peligrosas
Novela JuvenilLa locura es el mejor acompañante del amor, sentir que te desean, es una de las mejores sensaciones. - Que quieres? -Quiero tenerte-Dice Ravel con una sonrisa detestable, realmente me idiotiza esa maldita sonrisa. -Tener me?- Jamás y nunca-Digo sin...